El Ayuntamiento de Alhaurín el Grande recupera parte de los terrenos de la finca de La Mota tras décadas de bloqueo legal

La finca, compuesta por 26 parcelas, no había sido correctamente inscrita como propiedad del Ayuntamiento tras una reparcelación realizada hace más de dos décadas. Además, un posterior concurso de acreedores había complicado aún más la posibilidad de registrar estos terrenos como públicos. Ahora, gracias a los trabajos realizados por el Consistorio, los terrenos han sido extraídos del proceso concursal y podrán ser utilizados para fines municipales.

Entre los elementos más destacados de la finca de La Mota se encuentra la torre-aljibe, una estructura que representa un valioso vestigio del pasado histórico de Alhaurín el Grande. Pero no es el único atractivo: los terrenos incluyen amplias zonas verdes, espacios destinados a actividades sociales y educativas, y viales públicos, lo que les confiere un gran potencial para el desarrollo y disfrute por parte de la ciudadanía.

El valor catastral de los terrenos asciende a 3.420.000 euros, una cifra que subraya la importancia económica y estratégica de esta recuperación para el municipio. Además de ser un logro en la gestión del patrimonio público, este avance permitirá que estas parcelas sean aprovechadas en beneficio de los vecinos, fortaleciendo la infraestructura social y cultural de Alhaurín el Grande.

La recuperación de estos terrenos no ha sido un proceso sencillo. Desde la reparcelación original en 1999, el Ayuntamiento se enfrentaba a una situación legal compleja que requería subsanar errores administrativos acumulados durante décadas. Las recientes gestiones realizadas por el equipo municipal han sido fundamentales para destrabar la situación y garantizar que los terrenos puedan destinarse ahora a proyectos de interés general.

La aprobación plenaria de hoy supone un hito para Alhaurín el Grande, ya que asegura que este importante patrimonio, que había estado en un limbo legal, pase definitivamente a manos públicas. Esto no solo permitirá preservar elementos históricos como la torre-aljibe, sino también planificar el uso de las parcelas de manera que beneficien a toda la comunidad.