Atajate se escribe con nombre de mujer

Para llevar a cabo esta lucha de visibilización feminista, el consistorio atajateño quiere colocar una placa cerámica en todos los inmuebles de la localidad con el nombre de una mujer que haya vivido o haya estado vinculada de alguna manera a él. Para ello, desde el Ayuntamiento se están manteniendo encuentros con las familias de esos inmuebles, en total se han contabilizado unas 200 casas, para explicarles en qué consiste este proyecto. De este modo, son las propias familias las que están decidiendo qué mujer aparecerá en sus fachadas y la manera en la que quieren que se escriba: su nombre y apellido o bien su nombre y su apodo (con motivo de algún rasgo o de su profesión), algo muy típico especialmente en los municipios pequeños.

Hay que hacer hincapié en que las mujeres han sido relegadas a un segundo plano a lo largo de la historia. Aún más en zonas rurales, a pesar de que, como bien ha apuntado a SUR la técnica dinamizadora juvenil y cultural de Atajate, Lorena Peña, «su papel ha sido fundamental en el entorno rural porque han sido amas de casas, trabajadoras en el campo, maestras y cuidadoras».

Ahora, gracias a esta iniciativa de su regidora, Atajate, con menos de 200 habitantes, va a dar un golpe en la mesa para cambiar la relevancia de la mujer en el ámbito rural.