La Hermandad del Rocío llega a la Aldea tras cinco días de camino
Los peregrinos rondeños fueron recibidos el viernes por la hermandad matriz de Almonte en la Ermita
ALEXIS OJEDA
Lunes, 5 de junio 2017, 00:55
Estaban los peregrinos ansiosos por encontrarse con la Blanca Paloma y ya lo han conseguido. Cinco son los días que la Hermandad del Rocío de ... Ronda ha tardado en llegar hasta la aldea de El Rocío, después de que el pasado lunes 29 de mayo partiera la comitiva de romeros desde la colegiata de Santa María. Cinco jornadas llenas de grandes momentos que los rocieros han vivido con emoción detrás de la carreta tirada por bueyes. Desde el primer instante del camino, el simpecado ha estado arropado por los devotos que en todo momento le hicieron guardia. Así, tras la misa de romeros con la que se dio el pistoletazo de salida a la Romería 2017, los peregrinos se despidieron de Ronda, no sin antes acudir al santuario de la Patrona, como viene siendo habitual. En la Paz fueron recibidos por ja Junta de gobierno de la Hermandad de la Paz y por la propia Patrona, que lució un traje rosa con brocados en plata, donado por la esposa del hermano mayor de la Paz, Amalia Rey. El rezo del Ángelus ante el monumento de la Virgen del Rocío y una ofrenda floral a la Virgen de la Paloma de la Hermandad de la Pollinica, en la iglesia de San Antonio de La Dehesa, fueron el prólogo a un camino que este año se ha caracterizado por las altas temperaturas y un sol de justicia.
Durante la jornada del martes 30 fue especialmente llamativo el paso del río Guadalquivir por Coria del Río y la posterior visita y ofrenda de flores a la Virgen de la Estrella, Patrona de la ciudad de Coria. Así, el miércoles los peregrinos de Ronda pasaron por el vado del Quema, siendo recibidos a media tarde por la Primera, Real, Imperial, Fervorosa, Ilustre y Más Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Villamanrique de La Condesa. «Este es uno de los momentos más especiales para los rocieros de Ronda por la simpatía y el cariño que las dos hermandades nos tenemos. Solo hay que ver las caras y sonrisas con las que nos reciben. Estoy emocionado», añadía un hermano que relató el momento vivido. El paso por la Raya Real se dividió en dos jornadas: jueves y viernes. Fue precisamente el pasado viernes una mañana intensa para los peregrinos que, a mediodía, llegaron al puente del Ajolí, donde la Hermandad de Ronda rezó una salve de agradecimiento por el buen camino realizado. Un camino que nada tiene que ver con la edición de 2016, que fue especialmente dura a raíz de los momentos de lluvia que dificultaron el transitar de los peregrinos. La concatenación de varios aguaceros provocó el pasado año que los senderos fueran a veces intransitables por el fango. De hecho, muchas hermandades tuvieron que tomar caminos alternativos, incluso hasta para llegar a la propia aldea, cuyos accesos permanecieron algunos días anegados. En esta ocasión, todo se ha desarrollado con normalidad.
Una vez que en la jornada del viernes los rondeños llegaron a la casa hermandad, situada en plaza Menor, número 29, en la Aldea del Rocío, repusieron fuerzas en un almuerzo de convivencia para vivir posteriormente otro de los momentos más esperados todos los años: la presentación ante la Virgen del Rocío. A las 20.25 horas, la Hermandad del Rocío de Ronda junto a decenas de devotos rondeños que se desplazaron hasta la aldea en una excursión en autobús acudieron a la presentación del simpecado ante los pies de la Santísima Virgen del Rocío.
La hermandad fue recibida por los miembros de la Hermandad Matriz de Almonte en la misma puerta de la ermita a la que llaman Las puertas del cielo. Ya este sábado, la Hermandad del Rocío de Ronda volverá a las puertas de la ermita pero en esta ocasión para acompañar en su presentación ante la Blanca Paloma a la corporación madrina de Ronda, La Palma del Condado.
Salto de la reja
Los rezos, la convivencia, el cante y los momentos de hermandad se sucederán unos tras otros, hasta vivir su punto álgido la próxima madrugada del lunes de Pentecostés, con el mitificado salto de la reja por parte de los almonteños para sacar en procesión a su Patrona, la Virgen del Rocío. Ese es sin duda el instante más simbólico de la romería y una seña de identidad mundialmente conocida.
La historia del salto de la reja es una tradición que ha ido evolucionando con el tiempo, sobre todo en cuanto a horario. A finales de los 70 y principios de los 80, el salto se inicia sobre las cuatro y cinco de la madrugada. A finales de los 80 y parte de la década de los 90, entre las dos y las tres, algo que se repite en la primera década del siglo XXI. Tras una masificación en la romería, el salto de la reja así como la salida de la Virgen de la ermita hace que sea algo verdaderamente difícil. Después del incidente de la procesión de 2011, los almonteños pusieron remedio al asunto organizando mejor la salida de la imagen con un pasillo humano, tanto la bajada del altar como la salida del santuario. Todo ello ante la mirada de las hermandades y devotos que están allí para ver de cerca el caminar de la Blanca Paloma entre ríos de devoción.
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