Paloma Tapia: «He querido ser Goyesca desde pequeña»

Fue precisamente su abuelo quien quiso sorprenderla y echó la solicitud para que su nieta fuera una de las elegidas. «Cuando me llamaron me puso supercontenta, porque no me lo esperaba», comenta esta joven estudiante de Psicología y antigua alumna del colegio Miguel de Cervantes y del instituto Martín Rivero. Su elección como Dama Goyesca hará que esta sea una de sus ferias más especiales de los últimos años, sobre todo porque desde que empezó a estudiar la carrera apenas ha podido disfrutarla por coincidir con los exámenes del mes de septiembre. Pese a proceder de una familia que se ha empapado durante años en este mundo, ella va a ser la primera en disfrutar de este honor que anhelan muchas jóvenes rondeñas de su edad.

«Desde que lo recuerdo, siempre hemos bajado a la plaza de toros a ver todo el ambiente. Mi abuelo trabajaba allí y siempre ha estado muy metido, desde que empezó de joven y hasta que se jubiló. Es el que más ganas tenía de verme vestida de Goyesca», relata Paloma, que ahora cuenta los días para empezar a disfrutar de unas celebraciones que no olvidarán ni ella ni su familia.

Las semanas previas las encara con ánimo, pero también con un comprensible nerviosismo. «Son muchos los actos que hay y hay que comportarse lo mejor posible. Va a ser muy intenso, pero seguro que también muy bonito», destaca. El 19 de septiembre está marcado en rojo en su calendario. Ese es el día fijado para la imposición de las medallas a la Presidenta y Damas Goyescas, cuando marca la tradición que las jóvenes enseñarán por primera vez sus trajes típicos.

En su caso, del diseño y la confección se está encargando Amparo Becerra, vecina de su abuela y que lleva muchos años en el oficio. Paloma asegura que será un traje clásico y tradicional, como ella quería, y también muy elegante. «Cada semana voy y me lo pruebo para ver cómo me queda», admite la joven, que, como todas sus compañeras, espera que el resultado final sea una sorpresa y guste a todo el mundo.

El paseo en coche de caballos y la entrada en la plaza son otros momentos muy esperados por ella y por su familia, ya que han sido muchos los años en los que iban a admirar el espectacular ambiente de ese día, cuando las protagonistas eran otras.

Aunque en ferias pasadas había acudido a presenciar la novillada y los rejones, esta será la primera vez que asista a la Corrida Goyesca, y lo hará además como testigo privilegiada. Paloma se muestra además muy contenta por haber conocido a las demás damas, con las que va a compartir muchos momentos especiales para todas: «Nos queda un mes muy largo y seguro que nos vamos a llevar muy bien. Todas son simpáticas y agradables y en los primeros días ha habido una unión muy buena».

Cuando termine sus estudios en la Universidad, aspira a poder cursar algún máster y a dedicarse a la psicología social. «No tengo claro en qué rama especializarme, pero sí me gustaría hacer Trabajo Social, puede que trabajar en prisiones, con personas con cáncer, mayores, mujeres maltratadas, etcétera», avanza esta joven de 21 años, que se define como una persona «responsable» y «tranquila». «Me gusta cumplir con lo que me comprometo», sostiene. Tal vez por eso, forma parte de la Banda de Música Arunda desde sus comienzos.

Allí perfeccionó sus estudios en el Conservatorio y su habilidad con el saxofón, y alimentó su amor por todo tipo de música, desde Vivaldi a De/Vision.