Andrea Rojas: «Esta Feria va a ser única para mí»

Hace ya unas semanas que la concejala de Fiestas y Tradiciones Populares, María José Sánchez, la llamó para comunicarle que ella era una de las ocho chicas escogidas para ser Dama Goyesca de cara a las celebraciones de la Feria y Fiestas de Pedro Romero 2016, un honor que muchas jóvenes de su edad esperan lograr algún día. «Ya habíamos echado los papeles y la verdad que no fue una sorpresa, pero sí que cuando me llamaron para decírmelo oficialmente sentí mucha ilusión y más ganas todavía de que empiece la Feria», relata esta joven del barrio de San Cristóbal, amante de la cultura y el folclore rondeños y con vocación por ayudar a los demás.

Por eso, por unos días dejará a un lado sus estudios en el ciclo formativo de Integración Social para centrarse en unas celebraciones que seguro que quedarán grabadas para siempre en su memoria. «Es mucha la responsabilidad, pero también tengo ganas de disfrutarla. Desde pequeña siempre me habían llamado mucho la atención las Goyescas, me gustaban sus vestidos, y he querido ser una de ellas cuando tuviera la edad. Creo que las ilusiones están para cumplirlas, y esta va a ser ya una realidad», afirma Andrea Rojas.

Desde el anuncio oficial no ha parado de recibir felicitaciones. Desde sus padres, Lala y Santi, que regentan el negocio de toldos y cortinas del mismo nombre, a sus tres hermanos mayores y su novio, natural de Arriate, y su grupo de amistades, todos esperan con muchas ganas los días grandes en los que las Damas Goyescas brillen con luz propia. «Cada vez que se va acercando la fecha me siento un poco más nerviosa», confiesa.

La imposición de la medallas el próximo día 19 será la primera vez que luzca el traje oficial, cuyo diseño es un secreto del que apenas quiere adelantar nada. Su madre, Inmaculada Herrera 'Lala', un grupo de amigas y ella misma están participando en la confección del vestido y en la elección de los complementos. «Todos los días quiero verlo, si no, no me quedo tranquila», admite Andrea, que prefiere no desvelar ningún detalle, aunque asegura que está quedando muy bien.

En estas semanas ha dado la lata más que de costumbre a su madre. «A veces yo la estreso un poco metiéndole bulla, pero la verdad es que está contenta», recalca. Aunque el día de las medallas es el más esperado, también se muestra feliz por poder participar en otros actos de los festejos que hasta ahora no conocía, como el Festival de Cante Grande y, sobre todo, la Corrida Goyesca.

Vocación por ayudar

También confía en poder hacer buenas migas con el resto de damas, aunque a alguna de ellas ya la conocía como a María o a Paloma Tapia, hermana de una de sus amigas. Amante también de la Semana Santa rondeña y hermana de la Hermandad del Huerto, donde ha salido como monaguillo desde que era prácticamente un bebé, Andrea sueña en el futuro con hacer de su vocación por ayudar a los demás una profesión.

Por eso, cuando acabe el ciclo de Integración Social en el instituto Pérez de Guzmán, quiere estudiar Educación Social en la Universidad y acabar trabajando con personas en situación de dependencia o con discapacidad. «Es algo que siempre me ha gustado y quiero cumplir mi sueño». En este sentido, confía en aprovechar su carácter inquieto y práctico («no puedo estar quieta sin hacer nada», relata), aunque para ello tenga que vencer el que confiesa que es uno de sus puntos débiles: «A veces soy un poco floja y me cuesta ponerme a estudiar».