La arriateña Isabel Conde exporta su arte misterioso y elegante a Nueva York
Su obra se promocionará hasta 2017 a través la prestigiosa galería Agora, que la ha incluido en su nueva muestra junto a autores de todo el mundo
J. J. Buiza
Jueves, 12 de mayo 2016, 01:02
Exponer en Nueva York es un sueño para la mayoría de los artistas de todo el mundo. Recientemente, la arriateña Isabel Conde lo hacía realidad, ... tras la inauguración de una exposición colectiva en la prestigiosa galería Agora (Agora Gallery), con la que, además, ha firmado un contrato para la promoción de su obra hasta 2017. La muestra en cuestión, titulada Forms and Formalities, reúne los cuadros de una veintena de creadores de diferentes países y ya ha sido visitada por muchos neoyorquinos amantes del arte contemporáneo que se han dejado seducir por el estilo «elegante y misterioso» de Isabel Conde, tal y como lo define la propia página web de la afamada galería.
«Exponer en Nueva York es una oportunidad grandísima para que tu obra se abra al mundo y muchas personas puedan disfrutar de ella. El barrio de Chelsea, en Manhattan, es donde confluye hoy día el arte más actual de la ciudad y las galerías que allí se encuentran luchan mucho por promover a todos sus artistas de forma muy comprometida», explica quien fuera concejala de Cultura y Educación de Arriate, y que ha alternado su carrera artística con trabajos como diseñadora o de producción multimedia.
Fue a principios de abril cuando se desplazó hasta la Gran Manzana para asistir a la inauguración de la exposición. Allí, junto a la directora de la galería, la reputada experta Angela Di Bello, y un buen número de creadores y medios de comunicación, comenzó a comprender lo que mueve el mundo del arte en una ciudad como Nueva York: «¡Todas las galerías de esa misma calle tenían inauguración ese día! Había muchísima gente yendo y viniendo, coleccionistas, conservadores, artistas, galeristas y compradores. Todos se interesaban por tu obra y te invitaban a hablarles de ella. Muchas personas se interesaron por la mía, en especial los orientales, quienes quedaron fascinados». De hecho, esa misma tarde un ejecutivo de Wall Street preguntó especialmente por una de sus obras y la compró. Isabel recuerda el momento con gran alegría, no solo por la venta, sino por la explicación que le dio el comprador. «Me transmite calma y me lleva a un mundo diferente cuando la miro. Mi día a día es muy estresante y verla me relaja», le dijo. Aquellas palabras fueron un subidón para ella. «Fue fantástico comprobar que había sentido lo que yo quería expresar con esa obra», apunta.
Un impulso a su carrera
Isabel Conde confía en que su contrato con la galería Agora sirva para dar un gran impulso a su carrera, que retomó con fuerza hace unos años después de un parón. Aunque lo cierto es que nunca ha dejado de estar vinculada a este mundo, desde que con 18 años ingresara en la Facultad de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.
La serie que ahora se exhibe ha podido visitarse hasta el 21 de abril, aunque seguramente su colección formará parte de futuras selecciones de esta galería. «He estado muy alejada del mundo del arte y de mi pintura mucho tiempo por cosas de la vida, pero desde que volví hace unos años no he parado y me complace decir que estoy luchando muy duro para conseguir estas oportunidades», afirma Isabel, quien define su estilo como «sobrio, sencillo y elegante», con predominio de los tonos claros y las líneas suaves.
«Me gusta crear imágenes que transmitan calma y serenidad. De todas formas yo siempre digo que hay que mirar la obra. Ella habla por sí sola», subraya esta arriateña con su arte al otro lado del Atlántico.
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