Cinco detenidos por el secuestro y tortura de un hombre en un cortijo en Almogía

La investigación, coordinada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Málaga y desarrollada al alimón por la Policía Nacional y la Guardia Civil, se inició el pasado verano a raíz de una llamada realizada al sistema de emergencias 112-Andalucía. La hizo la propia víctima, que utilizó para pedir auxilio un teléfono móvil que quedó a su alcance durante su cautiverio.

La conversación sólo duró unos segundos que el hombre, de origen magrebí, aprovechó para contar que estaba secuestrado. Durante los tres días que estuvo retenido, habría sido golpeado en retiradas ocasiones y amenazado con unas tenazas, con las que habrían llegado incluso a arrancarle una uña de un pie. Al parecer, no fue liberado por los agentes ni por los secuestradores, sino que consiguió escapar por sus propios medios.

Según las investigaciones policiales, los autores intelectuales y materiales del rapto no pertenecerían a la misma organización criminal. Al parecer, los segundos actuaron por encargo; su misión habría consistido retener y, si era necesario, torturar a la víctima para obtener una información sobre un asunto que estaría relacionado con el tráfico de drogas.

Meses de trabajo

Tras meses de trabajo, los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que han llevado el caso planificaron al milímetro una redada que se desarrolló este martes en varias provincias andaluzas. Los investigadores han arrestado a cinco personas, la mayoría españolas, por su presunta implicación en los hechos, bien como supuestos autores materiales o intelectuales del secuestro.

Los agentes han conseguido localizar el cortijo, situado lejos del casco urbano de Almogía, donde la víctima habría sido retenida. Durante el registro, en el que también participó Policía Científica, se encontraron efectos que presumiblemente estarían relacionados con el rapto, y que ahora están siendo analizados. La investigación sigue abierta y por ahora no se descartan nuevas detenciones.