"Es que no me lo creo todavía"
Benaoján, la Estación de Benaoján y Jimera de Líbar celebran la lluvia de millones que dejó anoche el Cuponazo de la ONCE
Vanessa Melgar
Sábado, 21 de febrero 2015, 16:45
Parece que, como suele decir el refrán, año de nieve, año de bienes en la Serranía de Ronda. Los últimos sorteos han dejado un buen ... pellizco entre los habitantes de la comarca pero anoche el Cuponazo de la ONCE repartió, ni más ni menos, que 10,5 millones de euros. El encargado de repartir la suerte ha sido esta vez Miguel Lora, apodado 'El Lorita', que tiene 50 años y que lleva 27 en el oficio. He vendido 59 cupones, uno con 9 millones, otro con 45.000 euros y el resto con 30.000 euros, comentó al tiempo que indicó que él se ha quedado con uno: Me han tocado 30.000 euros.
Lora comentó que el premio ha estado muy repartido, a gente llana, gente del pueblo, a la que le hace mucha falta y que principalmente ha vendido los cupones en Benaoján y en la Estación de Benaoján pero también en la vecina localidad de Jimera de Líbar. Igualmente, algunos cupones han viajado a otro punto del Valle del Guadiaro, a Cortes de la Frontera.
Pero hay dos protagonistas indiscutibles de esta historia: un matrimonio joven, sin hijos, de más de 30 años, que está al frente de una empresa del sector cárnico y que no quiso desvelar su identidad. Desde anoche tratan de asimilar la noticia. Es que no me lo creo todavía, declaró la mujer: Viene muy bien, a la familia le hace mucha falta, estábamos sin coche, con un sueldo normal de mil euros..., añadió. Además, a dos de sus trabajadores también les han tocado 30.000 euros a cada uno.
En la Estación, los propietarios de Bar Stop y de La Cantina también han resultado agraciados con 30.000 euros en cada caso. Aún esta mañana continúa la celebración. Queremos darle las gracias a Lora, dijeron. Y es que este golpe de suerte ayudará a ponerle mejor cara a la crisis económica a muchos de los vecinos de la zona. Hay incluso quien dudó en gastarse o no tres euros en el cupón, ante una economía doméstica asfixiada, y quien está trabajando en un bautizo dado lo regular que iba su negocio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
