Bar Refaeli contra el niqab

El misterio se resolvió esa misma noche cuando, bajo el niqab, apareció la supermodelo Bar Refaeli con otro eslogan: «La libertad es básica». Esta vez, la campaña saltó del papel a las televisiones y pronto se convirtió en viral en las redes sociales. Algunos sectores de la sociedad musulmana denunciaron que solo sirve para fomentar la islamofobia y Refaeli, con casi tres millones de seguidores en Instagram, no tardó en retirar el vídeo de su cuenta personal.

Quitado el manto que cubre a las mujeres musulmanas en algunos países de cabeza a pies, la 'top', de 33 años, luce diferentes modelos de esta marca con la que en el pasado reciente también generó importantes polémicas, aunque por motivos bien diferentes. Esta vez son algunas voces musulmanas las que critican la nueva campaña, pero en 2014 fue el Gobierno de Israel quien decidió censurar un spot por estar «cargado de insinuaciones sexuales». Refaeli aparecía entonces en la cama con Red Orbach, un peluche que es un personaje del grupo de rock de ficción Red Band. Dos años más tarde, ocurrió algo parecido con otro anuncio que la misma firma tuvo que corregir porque la modelo mostraba sus nalgas en una playa paradisiaca. En ambos casos, tras la censura, los 'spots' solo tuvieron permiso de emisión a partir de las diez de la noche.

Frente a las críticas por islamofobia recibidas, la marca de ropa argumentó que la campaña trata de «inspirar a todo el mundo, sea de la religión, raza o género que sea, a elegir su propia forma de libertad de expresión». Tras la supermodelo, otras figuras nacionales como la actriz transgénero Stav Strashko y la modelo israelo-etíope Tahonia Rubel serán las protagonistas de los próximos spots para promocionar la campaña con la ropa de la temporada de otoño invierno.

La que fuera novia del actor Leonardo Di Caprio, hasta su ruptura en 2011 es un icono mundial de las pasarelas y es tan admirada como criticada dentro de su país por las polémicas que ha generado a lo largo de su carrera. Al cumplir los 18 años no acudió a la llamada del servicio militar, obligatorio en el Estado judío, fijó su residencia en Estados Unidos y alegó que «los famosos tenemos otras necesidades». La modelo llegó a casarse en secreto con un amigo de la familia para que le declararan exenta del servicio y después se divorció. En 2015 contrajo matrimonio con el empresario local Adi Ezra, propietario de un grupo comercial de alimentación, y la ceremonia en el norte del país no pasó inadvertida ya que llegaron a pedir a las autoridades el cierre del espacio aéreo sobre el hotel durante nueve horas la noche de su boda.