El nuevo ‘rey’ saudí: armas, petróleo y «crueldad»
A Mohamed Bin Salman, proclamado nuevo heredero, le llaman ‘Señor Todo’, por sus casi plenos poderes. Tiene solo 31 años
mikel ayestaran
Lunes, 26 de junio 2017, 00:35
El nuevo príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, tiene 31 años, el nuevo ministro de Interior, 33, y el embajador del reino en ... Estados Unidos, 28. La corona se renueva de forma radical en tiempos convulsos para la región y MBS –como conocen allá al casi nuevo soberano– se erige en el auténtico rey de Arabia Saudí, aunque le falte el título, que aún conserva su padre, el octogenario Salman Bin Abdulaziz.
En apenas dos años, el treintañero ha pasado del anonimato a erigirse en la figura más importante del feudo ya que, además de que esta semana ha sido proclamado heredero de la corona en detrimento de su primo, Mohamed Bin Nayef, es ministro de Defensa y tiene en sus manos la dirección del Consejo Económico y de Asuntos de Desarrollo, el órgano que gestiona Aramco, nada menos que la mayor petrolera del mundo. Un poder absoluto que le ha servido para ganarse el sobrenombre de ‘Mr. Everything’ (Señor Todo), entre los diplomáticos extranjeros.
La opacidad de la casa real saudí complica sobremanera el acceso a los detalles de su vida. Aun así, el analista del The Washington Institute, Simon Henderson, se las ha arreglado para indagar en su historial, del que llama la atención que, a diferencia de una gran parte de sus familiares directos, él «se ha educado en una universidad nacional, luce sandalias en lugar de zapatos de Gucci y no habla un inglés fluido. Dicen que permite que se discutan sus puntos de vista, aunque no los cambia, y su gran puente fuerte, o débil, es su crueldad». Así lo señala en su último artículo, que ha titulado ‘El nuevo ‘rey’ de Arabia Saudí’.
«Luce sandalias en lugar de zapatos Gucci y no habla un inglés fluido»
Este autor contactó con uno de los primos del heredero, que le contó cómo al acabar sus estudios de Derecho en la Universidad Rey Saud, quiso establecer sus propios negocios. En uno de los trámites, necesitaba la firma de un juez para cerrar un acuerdo. El magistrado se negó y MBS sacó una bala de su bolsillo y le ordenó que firmara. Logró la rúbrica, pero la autoridad judicial presentó una queja ante el entonces rey Abdalá, quien castigó durante varios meses al joven. En un país donde no hay debate posible sobre este tipo de nombramientos, hasta las cadenas de comida rápida McDonalds y Burguer King se han apresurado a mostrar su lealtad al futuro soberano, informa el diario ‘The Independent’.
«Erudito y listo», dijo Obama
Casado con su prima Sara bint Mashur al Saud, con la que tiene dos hijos y dos hijas, es «extremadamente erudito y listo», según dijo el ex presidente de EE UU Barack Obama en una entrevista concedida a ‘Al Arabiya’, recuerdan estos días medios locales, como ‘Saudi Gazette’. Otro de los puntos más alabados de su trayectoria son la guerra en Yemen, que declaró a los dos meses de ocupar la cartera de Defensa y que ha destrozado el país vecino sin lograr hasta ahora derrotar a los rebeldes hutíes. Le siguen la puesta en marcha del Proyecto de la Visión de Arabia Saudí 2030, un plan que busca reducir la dependencia del petróleo a través de la diversificación de las inversiones y fuentes de ingresos, y el aislamiento del vecino Catar y de Irán por sus supuestos lazos con grupos terroristas.
Su carrera al trono parecía ya imparable desde que su padre ocupó el lugar del rey Abdalá en 2015, pero se ha visto acelerado de forma importante tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. MBS viajó a Washington para entrevistarse con el sucesor de Obama y, cuando el republicano le devolvió la visita, hace un mes, firmó un acuerdo de compra de armas histórico. El heredero al trono quiere cerrar una etapa nefasta para el reino, marcada por el acuerdo nuclear alcanzado por Obama con Irán, el gran enemigo regional porque representa a la secta chií.
En su manera de hacer política, tiene muy presentes «los dos consejos que le dio su mentor, Mohamed Bin Zayed, el príncipe heredero de Abu Dabi. El primero era que debía abrir un canal de comunicación con Israel (…) y, el segundo, que debía reducir el poder de las instituciones religiosas dentro del reino», recoge en su último artículo David Hearst, director de ‘Middle East Eye’. Mientras que los iraníes califican su ascenso de «un golpe blando de estado», en el estado judío lo consideran «el líder del frente anti Irán» o «un joven con decisión», según titulares del diario ultraconservador ‘Israel Hayom’. Oriente Medio tiene un nuevo actor en escena y su papel no será de ningún modo secundario debido al peso de Arabia Saudí.
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