El diseñador Miguel Adrover rechaza vestir a Rosalía por su silencio sobre Gaza

«El silencio es complicidad, y aún más cuando tienes un gran altavoz donde millones de personas te escuchan cuando cantas. Por eso tienes la responsabilidad de usar ese poder para denunciar este genocidio», explica Adrover en su cuenta en la red social Instagram, en la que muestra el correo que recibió del equipo de Rosalía, solicitando un estilismo personalizado para el mes de septiembre, y la respuesta que dio el suyo, indicando que «Miguel no trabaja con ningun artista que no haya apoyado públicamente a Palestina».

«Rosalía, esto no es nada personal. Te admiro por todo tu talento y por todo lo que has logrado. Y creo que eres mucho más que esos artistas que solo se dedican al espectáculo y al entretenimiento». «Ahora —continúa Adrover en su post en Instagram— tenemos que hacer «lo correcto»». Un mensaje que finaliza con un corazón junto a la palabra Motomami, queriendo tender un puente con la artista pero mostrándose fiel a sus principios.

El diseñador mallorquín, protegido de la poderosa Suzy Menkes, fue reconocido con el Premio Nacional de Diseño de Moda en 2018 «por el compromiso social y la capacidad reflexiva de su trabajo, y por la vigencia atemporal de su discurso en el marco de la creación contemporánea», según resaltó el jurado, premiando así el «profundo impacto que ha causado en el mundo de la moda» este «artista iconoclasta ampliamente reconocido por la crítica internacional».

Nacido en Mallorca, en 1965, Adrover comenzó su carrera en Londres y Nueva York, donde empezó a diseñar con prendas recicladas. «Su huella sigue presente en la vanguardia de la moda», esgrimió el jurado, compuesto, entre otros representantes del sector, por Agatha Ruiz de la Prada.

Algunos de sus primeros diseños en alcanzar gran fama fueron los vestidos a base de piezas de Burberry y reinterpretaciones de bolsos de Louis Vuitton. Los últimos no se han visto en pasarela, ya que no ha presentado colección en ninguna desde hace trece años.

Adrover ganó el Premio Perry Ellis, considerado el Oscar de la moda, al «mejor diseñador emergente» en 2000, pero cayó en desgracia un año después, cuando presentó en Nueva York una provocadora colección basada en la cultura islámica, titulada 'Utopía', que fue duramente criticada e incluso tachada de homenaje a los talibanes. Una línea que se vio salpicada, tan solo dos días después de su presentación, por los atentados del 11 de septiembre, lo que provocó que la colección fuese un fracaso en ventas.

El diseñador se retiró a Egipto, donde se ganó la vida como taxista. Ocho meses después, logró regresar a Nueva York y presentar otras tres colecciones, pero la situación económica le obligó en 2024 a volver a casa, a Mallorca, donde regentó un café que tenía su abuelo, a la par que realizaba colaboraciones con firmas como la ecológica alemana Hess Nature, con la que trabajó durante siete años, convirtiéndose en uno de los pioneros de la segunda mano en la moda.

En 2017, Adrover, al que le gusta la polémica como a nadie, anunció su propia muerte en Instagram y después promocionó su «resurrección». Una segunda vida en la que opta por sacar los colores a artistas de la talla de Rosalía.