Quién es quién en la guerra de los García Cereceda, los dueños del exclusivo complejo La Finca en Madrid

Tras la repentina muerte de Luis García Cereceda, en junio de 2010, comenzó una guerra sin cuartel entre sus familiares, sobre todo entre sus hijas Susana y Yolanda, por el control de un patrimonio familiar valorado en mil millones de euros. Al parecer, Susana García Cereceda habría contratado entonces los servicios del excomisario Villarejo para conseguir información sobre su hermana y el exmarido de esta, Jaime Ostos Jr., así como de la viuda de su padre, Silvia Gómez Cuétara. Todo ello con el fin de hacerse con la herencia de su progenitor.

El inicio de la batalla entre las García Cereceda comenzó tres meses después de la muerte de su padre, cuando Susana pidió la incapacitación legal de su hermana Yolanda alegando que padecía «problemas psicológicos». «Desde entonces y hasta finales de 2016, Yolanda ha estado tutelada y su fortuna la ha controlado su hermana Susana», contó ayer a ABC un miembro del despacho de abogados que defiende ahora a Yolanda. Lo mismo ocurrió con la custodia de sus tres hijos -fruto de su primer matrimonio con Francisco Amat-, que también la solicitó Susana y se la concedieron.

Desde el entorno de Yolanda afirman que «lo ha pasado muy mal durante los últimos años»: no ha podido ver a sus hijos y, al estar tutelada por la Comunidad de Madrid, tampoco podía disponer libremente de su herencia. «Hasta el día que me muera intentaré recuperar lo que me corresponde», declaraba Yolanda a «Vanity Fair» semanas atrás. A la espera de conocer si el juez De Egea decide poner a Susana en libertad o no, Yolanda prefiere no hacer comentarios a los medios: «Ella sabía que tarde o temprano tenía que suceder esto. A ella la Justicia y el sistema le han hecho mucho daño, no solo patrimonial si no moralmente. Para Yolanda la detención de su hermana Susana no ha sido ninguna sorpresa».

Creador del imperio inmobiliario Procisa, era uno de los empresarios más discretos y poderosos de España. Promotor de la lujosa urbanización La Finca (situada en Pozuelo de Alarcón, Madrid), Luis García Cereceda era alérgico a los focos y no acostumbraba a asistir a eventos de sociedad. Estuvo casado 40 años con Mercedes López, con quien tuvo dos hijas: Susana y Yolanda. Tras su divorcio, el empresario volvió a casarse en 2012 con Silvia Gómez Cuétara. Luis García Cereceda falleció en junio de 2010 a los 72 años, dejando un patrimonio valorado en mil millones de euros.

Un año antes de morir, García Cereceda hizo su testamento. Tal y como informa «Vanity Fair», sus hijas ya tenían el control de 25 por ciento de las sociedades. Otro 30% estaba en manos del hermano del empresario, Eduardo, y un 10% era de Francisco Peñalver. El empresario decidió que el porcentaje que él todavía tenía iría para Susana y Yolanda, estableciendo un 51% y un 49% respectivamente. De esta forma, su hija mayor podría tomar las decisiones importantes en sus empresas, sin que la pequeña pudiera bloquearlas.

Silvia Gómez Cuétara, por su parte, heredó la casa de Luis García Cereceda en La Finca, donde vive con sus hijas pequeñas, fruto de un matrimonio anterior. Tuvo una relación con el magnate Carlos Slim.

La primogénita de Luis García Cereceda es una amante de los caballos y estudió Ciencias Políticas en la Univerdad Complutense de Madrid, algo que colmó de felicidad a su padre, quien era un amante de la política. Se casó con el jinete francés Julien Épaillard y tienen un hijo. Ayer fue detenida por la Policía y tuvo que declarar ante el juez Diego de Egea para explicar los servicios que supuestamente habría contratado al excomisario José Manuel Villarejo. Al parecer, Susana pudo encargar a Villarejo que investigase a su hermana Yolanda, a su excuñado Jaime Ostos Jr. y a la viuda de su padre, Silvia Gómez Cuétara, para hacerse con la herencia de su padre.

Tres meses después de la muerte de su padre, Susana pidió la incapacidad de su hermana Yolanda y, además, la custodia de sus tres hijos. La tutela de la pequeña de las García Cereceda la llevó un organismo de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la gestión de su fortuna y su herencia, su hermana Susana.

Cuando tenía 16 años se instaló en Estados Unidos. Al poco tiempo de volver, se casó con Francisco Amat y tuvieron tres hijos. En 2016 consiguió recuperar «la reintegración plena de su capacidad para gobernar su persona y bienes». Sus abogados han declarado a este periódico que durante «los últimos cinco años lo ha pasado muy mal». «Hasta el día que me muera intentaré recuperar lo que me corresponde», decía Yolanda este mes a la revista «Vanity Fair». Ahora ya puede ver a sus hijos con más regularidad, pero tiene muchos procesos que resolver en los tribunales.

Yolanda García Cereceda y Jaime Ostos Jr. estuvieron más de cinco años casados. En aquella época, ella volvió a las competiciones de equitación y se les vio juntos en varios campeonatos. Sin embargo, tal y como ha declarado Jaime Ostos (padre) en alguna ocasión, «entre ellos siempre ha habido muchas idas y venidas». En estos momentos, la hija pequeña de Luis García Cereceda solo piensa en arreglar todos sus asuntos judiciales para vivir un poco más tranquila.