El fenómeno único de Marbella, del príncipe de Hohenlohe a Eva Longoria
Rainiero de Mónaco y la princesa Grace visitaron la ciudad malagueña símbolo de la jet-set para inaugurar Puerto Banús en 1970
Joaquina Dueñas
Sábado, 26 de julio 2025, 00:03
Deportistas como Lamine Yamal, Erling Haaland, Novak Djokovic o Michael Jordan; actores como Dakota Johnson, Eva Longoria, Antonio Banderas, Sean Connery o Bruce Willis; músicos ... como Julio Iglesias, Prince o Rod Stewart tienen en común haber elegido alguna vez Marbella como destino para sus vacaciones de verano, bien de escapada puntual, bien, como segunda residencia.
Desde hace décadas, Marbella viene siendo enclave predilecto para el descanso estival, tanto es así que llegó a tener su propia clase social del faranduleo durante sus años dorados, la conocida jet-set. Un fenómeno único que reunía en los locales de moda a príncipes y jeques con bailaores, 'bons vivants' o escritores, un sinfín de personalidades de lo más dispares unidas por la fiesta en este rincón de la Costa del Sol en el que año tras año, los paparazzi hacían su agosto.
Cuentan que el destino hizo que la rueda del Rolls Royce en el que viajaba el príncipe Alfonso de Hohenlohe con su padre camino de Sevilla pinchara a la altura de Marbella cuando era apenas un pequeño pueblo pesquero que no llegaba a los 1.000 habitantes, entre los que destacaba Ricardo Soriano, marqués de Ivanrey. Corrían los años 40 del siglo pasado. Comenzaron entonces las inversiones de Hohenlohe en este soleado paraje que le había enamorado, y tras él, a gran parte de la aristocracia europea y de las estrellas de Hollywood.
El punto de partida
En 1956 comenzó la construcción del hotel Marbella Club siguiendo la estela del pueblo mediterráneo tradicional, un establecimiento que convirtió en epicentro de la alta sociedad nacional e internacional. El proyecto convirtió al príncipe alemán en el impulsor de la Marbella de la jet set en la que cohabitaban desde Camilo José Cela hasta Los Chorys.
Primero fueros los miembros de las casas reales de toda Europa, luego las estrellas de Hollywood. Poco a poco, la fama de la ciudad se fue extendiendo hacia oriente y príncipes y jeque árabes también eligieron Marbella como destino.
Audrey Hepburn, Brigitte Bardot, Liz Taylor, Frank Sinatra, Joan Collins, Liza Minelli, John Lennon o Roman Polanski están entre los nombres internacionales que visitaron la ciudad.
La presencia del príncipe Rainiero de Mónaco con la princesa Grace en la inauguración de Puerto Banús en 1970 marcó un nuevo hito en la localidad, consolidando su imagen glamourosa a nivel internacional.
Marbella se convirtió en un imán para las celebridades en el que las fiestas y galas se solapaban sin descanso. Entre sus incondicionales, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba; Lola Flores con su familia; Soraya, viuda del sha de Persia, conocida como la princesa de los ojos tristes; el multimillonario saudí Adnan Khashoggi; el rey Fahd de Arabia Saudí o los incombustibles Jaime de Mora, hermano de la reina Fabiola, y Gunilla von Bismarck con su inseparable exmarido, Luis Ortiz, miembro de Los Chorys junto a Yeyo Llagostera y Antonio Arribas.
Con los años, aquella Marbella se fue apaciguando, las fiestas dejaron de ser grandes eventos de cara a la galería para convertirse en citas privadas alejadas de los objetivos de los paparazzi y el exhibicionismo y la ostentación dieron paso al lujo silencioso. A pesar de los años convulsos en los que el nombre de la ciudad estuvo ligado al de la corrupción política, con Jesús Gil, Julián Muñoz o Isabel Pantoja como protagonistas, el destino supo reinventarse y mantener su proyección mundial.
En este tiempo, los famosos han seguido llegando y se ha podido ver a la familia Obama recorriendo las calles del Casco Antiguo. Algunos incluso, como Eva Longoria, lo han elegido como su hogar de temporada.
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