Alice Campello se confiesa: «No estaba preparada para ser madre»

Alice y Álvaro comenzaron su noviazgo en 2016. Un año después se dieron el sí quiero, y en julio de 2018 llegaron al mundo los mellizos Alessandro y Leonardo. Ella tenía 23 años y él, 25. Dos años después, en 2020, nació Edoardo y en 2023, llegó la niña, Bella, cuyo parto tuvo algunas complicaciones que pusieron en peligro la vida de la madre. «Mi familia me ha gustado mucho en las redes. Yo creo que la gente veía que nos queríamos mucho», ha explicado Alice, que ha añadido, «es bonito todo lo que hemos vivido de tener hijos tan jóvenes, mudarnos tantas veces… Teníamos a todo el mundo entretenido. Veían que lo que sentíamos era amor de verdad».

Sin embargo, ha reconocido que no estaba preparada para la maternidad. «Te dicen: 'No duermes, estás cansado…'. Pero no sabía lo que iba a pasar a mi mente y a mi cuerpo», ha confesado. Unas declaraciones en la línea de las que hizo en el podcast de Vicky Martín Berrocal, cuando reveló que había tenido «minidepresiones postparto». Momentos difíciles que se acentuaron después del último parto, «que casi me muero», ha recordado. Sin embargo, siguió adelante, mostrando su mejor cara. «Tengo una personalidad muy fuerte y no me gusta hacerme ver débil o triste. Al día siguiente estaba intentando estar con mis hijos haciendo ver a todo el mundo que estaba bien, que no necesitaba a nadie. Y no es así. Tenía que haber vivido mi duelo», ha reflexionado.

Sobre Morata y cómo ha sido su matrimonio, Alice solo tiene bonitas palabras: «En toda pareja sana y que se quiere, el otro ve lo mejor en ti y quiere lo mejor para ti. Él me ha querido mucho y muy bien», ha asegurado. «Me empujaba mucho en todos mis proyectos y me hacía ver una parte buena de mí que a lo mejor yo no veía. Para mí eso es el amor», ha expresado. Pero la presión de la exposición pública les pasó factura: «Cuando estás tan expuesto, mucha gente se inventa cosas y te quiere ver mal».

De hecho, el futbolista también confesó en su día problemas de salud mental. «Iba al vestuario y me quedaba callado en mi sitio. Luego me encerraba en la habitación y peleaba contra mi cabeza», dijo recientemente, revelando que había necesitado ayuda profesional para superar la depresión y los ataques de pánico.

En este sentido, Alice ha reconocido que son «unos privilegiados» y que tiene «muchísimas cosas positivas», pero también ha subrayado que tienen «mucha presión». «Nunca te acostumbras del todo a eso», ha destacado. «Demostrar todo el rato que no soy esa persona que describen en los medios es muy frustrante. No me siento nunca libre», ha lamentado.

A pesar de los problemas, la ruptura de la pareja llegó en buenos términos y así continúa. Pronto desmintieron que hubiera terceras personas y a pesar de la separación, se siguen teniendo el uno al otro. «No estoy sufriendo ningún tipo de desamor porque hablo con Álvaro todos los días. No se ha ido con otra, nada de eso ha pasado. Álvaro me está respetando. Es más, no estábamos bien por nuestras cosas. Y hay que volver a estar bien, punto», ha explicado.

Y aunque no cierra la puerta a una reconciliación, la empresaria lo tiene claro: «Mi objetivo ahora no es volver, sino estar bien. Que mis hijos estén bien, que vivan todo de la mejor manera posible, pero, sobre todo, estar bien yo. Es mi familia y siempre lo será. Si puedo ayudarle, lo haré», ha zanjado.