«Lo raro hoy día es que una relación funcione»

El libro se lo encargó Planeta. «La idea de la foto también fue de la editorial -advierte Patricia- y puede interpretarse de muchas maneras, entre ellas, la de una madre que recoge los juguetes de sus hijos». Inmersa en una agria batalla judicial con su exmarido, el empresario mallorquín Carlos Seguí, con quien estuvo casada 18 meses y tiene un niño de casi dos años, Patricia se enfrenta a la petición de la custodia compartida por parte del padre de su hijo, así como a una querella en la que Seguí la acusa de un delito de revelación de secretos. «No voy a hablar de ese tema», advierte tajante en esta entrevista. «No quiero decir nada que pueda influir en el proceso». Tampoco desea aclarar si era ella la mujer con peluca negra y el rostro oculto tras una bufanda que acudió hace unos días al juzgado tratando de huir de la prensa. «¿A quién se ve en esa foto? -replica-. ¿A mí? No, ¿verdad? Pues entonces...».

Los calzonazos

Conde está decidida a ponerle buena cara al mal tiempo. «Lo mío es hacer chistes, llevo en esto 16 años. Además, intento ser positiva. Todas las experiencias me las tomo como crecimiento. Adoro a la gente que hace de la catástrofe una oportunidad. Que recicla la 'basura' y la convierten en algo divertido». Y en ello está. En su libro aborda los encuentros y desencuentros entre hombres y mujeres, las primeras citas, los bodorrios (su boda fue portada de ¡Hola!), las despedidas de soltera... Y todo ese tipo de reflexiones que a menudo comparte «en plan Sexo en Nueva York» con su amiga Ana Milán. «Las mujeres ya no somos como hace treinta años. Hemos luchado mucho para acceder a grandes puestos de trabajo, a ser independientes y a no necesitar a un hombre más que para tener hijos».

A ellos los clasifica en una lista en la que solo se salva el primero, el Hecho y derecho, «ese que es trabajador, no va detrás de tu dinero, te quiere, te cuida y sabe vivir honestamente». Los demás dejan bastante que desear: desde el casado al 'Transformer' o el 'Pagafantas, que se casa y asciende a calzonazos'. «Yo calzonazos no he conocido ninguno -aclara Conde-. Me he inspirado únicamente en la película». Sí incide esta vallisoletana en la idea de la decepción, de cómo una se descubre de pronto al lado de un extraño. «Quizá es que hoy día no tenemos la suficiente paciencia para conocer a las personas, pero es muy común que después de haberte casado te encuentres con alguien diferente al hombre del que te enamoraste. Por eso quizá se rompen tanto las relaciones». Lo difícil hoy, según Patricia, «es que una relación funcione». Y lo ilustra con la anécdota de una amiga cuyo hijo llegó un día a casa contando con asombro que en su clase había un niño cuyos papás seguían casados.

Sostiene Conde que las mujeres, a la hora de engañar, «somos mucho más sutiles. Yo no me he visto en esa tesitura -puntualiza-, pero es cierto que las niñas mentimos mejor ya desde la guardería». En su libro, explica que el hombre ideal debe reunir «las ocho D». Una de ellas es D de dinero («no se trata de que sea rico, pero sí que tenga lo suficiente como para no pedirte a ti»), y otra, D de dotación... «Sí, que esté bien dotado -confirma la autora del libro-. ¿De qué? Ah, eso ya que lo decida cada una».