Pepa, la mujer con conciencia social que acabó con Marisol

Pepa Flores no tuvo miedo, fue una mujer valiente que dio sus opiniones en una época de hombres. Sobre política, sobre igualdad y sobre la lucha de la clase obrera. «Ella personaliza como ninguna otra mujer la historia reciente de las mujeres de este país», cuenta Blanca Torres, directora de este documental, que se encuentra en la Sección Oficial Fuera de Concurso del Festival de Málaga, en una entrevista con SUR. El paso de Marisol a Pepa Flores representa la aspiración de todas las mujeres de esta época: pasar de la niña franquista educada en los valores tradicionales a mujer libre. Una libertad por la que luchó, y que terminó de conseguir cuando se retiró, momento en el que se despojó de Marisol. «¿Hay libertad más grande que desaparecer?», reflexiona Torres.

Durante su última etapa, en la que fue activista aunque simplemente expresaba sus opiniones como cualquier hombre, Pepa Flores publicó el disco Galería de perpetuas, con canciones feministas que hablan de temas como el lebianismo, la prostitución y el disfrute femenino. A la par, defendía ideas políticas sobre la lucha de la clase obrera y rebelándose contra el nuevo capitalismo que llegaba al país. «Desde el 15M esas ideas han vuelto», afirma Torres. Unas ideas que Marisol ya defendía durante la etapa de la transición y que fueron uno de los motivos por los que se retiró. En la evolución de Marisol tuvo desencuentro con las generaciones que no aceptaban su cambio, explica Chema de la Peña, productor del documental. «En esa evolución hay un paso en el que se le acaba lo que tiene que decir. Prefirió recuperar su identidad, su infancia y su vida privada».

'Marisol, llámame Pepa' también recoge la primera etapa de Marisol: la niña artista que conquistó a todo un país; el fenómeno fan que despertó con revistas especializadas, juguetes, club de amigos… Además, el documental contiene numerosas imágenes de archivo y fotografías inéditas de los orígenes de Marisol realizadas por el fotógrafo Eugenio Griñán. El reportero gráfico siguió los pasos de Marisol desde sus comienzos hasta convertirse en una gran estrella, es quien conserva el mayor archivo fotográfico dedicado a Pepa Flores.

Una de las mayores dificultades de hacer este documental es que la protagonista no quiera saber nada sobre los medios de comunicación. Siendo coherente con el retiro que se impuso en 1985, Pepa Flores ni siquiera acudió a recoger el Goya Honorífico que le concedieron en 2020. «Hemos tenido muy en cuenta que estamos hablando de una persona viva que no quiere ser foco», confiesa la directora. Sin embargo, sus familiares más próximos sí han sido partícipes de este trabajo. «Es un documental autorizado, al menos por la familia». Entre esta familia, Máximo, el marido de Pepa Flores, quien ha participado activamente en el documental.

A la familia le gusta recordar a Marisol, poner en valor lo que significó y hacer homenajes, a pesar de que ella no quiera participar, según cuenta Torres. Ejemplo de ello es que su hermana, Vicky Flores, ha acudido a la presentación del documental en el 27 Festival de Cine y ha participado durante el proceso. Algo compatible con la libertad que Pepa Flores logró al retirarse de la vida pública y despojarse de Marisol, de la que no reniega.

La proyección de este documental también cuenta con un añadido de emoción extra. El estreno de 'Marisol, llámame Pepa' ha sido en Málaga, la ciudad de Marisol, de Pepa Flores. De la artista, de la activista, de la persona, de la mujer, del icono. La ciudad a la que volvía para refugiarse en los brazos de sus seres queridos en los momentos de máxima popularidad. Y la que, más tarde, eligió para refugiarse definitivamente de esta popularidad que tanto le dio y tanto le quitó. Entre amigos y familiares, entre personas que la quieren y admiran, entre paisanos y curiosos, la gran pantalla ha dado a Marisol, por fin, el lugar que merece en la historia.