Análisis del crítico de SUR de 'Crónica de una tormenta', de Mariana Barassi
La película introduce en la sección oficial una crítica al espectáculo en el periodismo, aunque acaba cayendo en esta misma pirotecnia como película
El nivel no ha remontado con la otra película del día. 'Crónica de una tormenta' es una coproducción hispano-argentina dirigida por la debutante ... Mariana Barassi, que nos ha trasladado al mundo del periodismo. La ética profesional, las relaciones de poder en una redacción, la revolución de Internet en la información, la actualidad y la corrupción de la política, y la discriminación de género en un ámbito en el que las direcciones editoriales de los periódicos siguen mayoritariamente en manos de hombres son algunos de los temas que asoman en esta producción que no disimula su origen teatral con una puesta en escena en la que el director (Ernesto Alterio) y la subdirectora (Clara Lago) de un influyente medio mantienen un duelo cuando se ven atrapados en la oficina por una inesperado temporal.
Los rayos y centellas también comienzan a caer dentro del despacho cuando surgen las confesiones entre ambos. Pese a la reducción de los escenarios, Barassi rueda con pulcritud y estética esta historia, creíble en algunos retratos, peliculera la mayor parte del tiempo. Hay una defensa de la prensa de papel y de lo que representa la tinta impresa en esta era de las 'fake news', aunque tiene guasa que se ambiente la película en la Nochebuena que es precisamente una de la tres fechas del año en la que no funcionan las rotativa porque no se publican los diarios.
La corrección con la que está rodada y el atractivo de verle las tripas al periodismo juegan a favor de esta 'Crónica de una tormenta', pero el combate ético de la pareja protagonista y su credibilidad salta por los aires cuando una intriga falsa o, más bien, artificial acaba por convertir esta ficción en una peripecia, en un intento de sorprender al espectador con unos cuantos giros de guion. Los tópicos desdibujan los personajes en marionetas y el drama parece propio de una página de pasatiempos al recurrir a esa misma pirotecnia ‘fake’ que confunde el periodismo con el espectáculo y que, paradójicamente, tanto se critica en la película.
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