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Foto de familia de todos los premiados de la vigésima edición, junto al homenajeado Antonio Banderas.
El cine español sigue reinando en Málaga

El cine español sigue reinando en Málaga

La catalana ‘Verano 1993’ y la cubana ‘Últimos días en La Habana’ se reparten las Biznagas de Oro, aunque el drama nacional ‘No sé decir adiós’ se suma a la fiesta con cuatro premios

Francisco Griñán

Domingo, 26 de marzo 2017, 00:51

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Incógnita resuelta. En el nuevo Festival de Málaga que ha abierto sus brazos al cine iberoamericano sigue reinando el cine español. Y es que nuestra industria ha puesto lo mejor de la sección oficial a concurso de este año y el jurado así lo ha refrendado con su reparto de premios. El certamen optó por dividir la Biznaga de Oro con sendas estatuillas que reconocieran, por un lado, la filmografía nacional y, por otro, la procedente del otro lado del Atlántico. Y el resultado es que la mejor película de esta edición, Verano 1993, una emocionante crónica del duelo de una niña huérfana, se lleva la Biznaga al cine español, mientras que la cubana Últimos días en La Habana, un comprometido y crítico retrato de la actual situación de la isla, se alza con la versión latina del gran premio del festival. Y junto a las películas de la debutante Carla Simón y del caribeño Fernando Pérez, el triunfo de la vigésima edición también ha sido para otra ópera prima española, No sé decir adiós, de Lino Escalera, que ayer salió victoriosa al lograr cuatro galardones relevantes, entre ellos, el Premio Especial del Jurado.

La crítica y la prensa apoyaron con su aplauso el reparto de los premios de la sección oficial a concurso, que contó con 17 películas, nueve españolas y ocho iberoamericanas. Varias cintas nacionales se merecían figurar en el palmarés, comenzando por el debut de Carla Simón, Verano 1993, que cuenta la propia historia de la realizadora cuando perdió a sus padres siendo una niña y que se llevó una de las Biznagas de Oro, dotada con 12.000 euros. Un único galardón, aunque el más importante otorgado por el jurado, que coronó la ristra de premios paralelos que también recibió el filme: el Feroz, el Asecan Ópera Prima, el Signis y el SGAE.

Su gran competidora fue No sé decir adiós que, como la anterior, retrata la aceptación de la muerte, aunque en este caso con el relato de dos hijas que afrontan la enfermedad terminal de su padre. Dos de los actores del formidable trío protagonista, Nathalie Poza (mejor actriz) y Juan Diego (secundario), también sumaron unos justos reconocimientos que la película redondeó con el mejor guión.

Otra de las cintas que más ha gustado esta edición fue la española Selfie, el nuevo filme de Víctor García León que desde la comedia negra reparte socarronería política a izquierda y derecha. El jurado quiso destacar la película con una mención especial, que se sumó a un acertado Premio Especial de la Crítica.

Por su parte, la Biznaga de Oro al cine iberoamericano, dotada también con 12.000 euros, no tuvo rival para la cubana Últimos días en La Habana, que además remachó su dominio latino con el premio del público. La película de Fernando Pérez ofrece una mirada nada complaciente de su país con la historia de un enfermo terminal de sida y de un lavaplatos que sueña con una visa que le permita emigrar a EE UU. Entre ellos, irrumpe la arrolladora adolescente encarnada por Gabriela Ramos, que también salió ayer reconocida como actriz secundaria. Excelente resultado para la película cubana con tres galardones.

Del resto de películas hispanoamericanas, el jurado quiso destacar la denuncia del colombiano Víctor Gaviria, que se alzó con el premio al mejor director por La mujer del animal, una brutal crónica del maltrato continuado durante años de una mujer ante la pasividad de la propia sociedad. Por último, el convincente y temible villano que compone Leonardo Sbaraglia en el thriller argentino El otro hermano se llevó un merecido premio al protagonista. Un reconocimiento que hace historia ya que es la primera vez que un actor recibe en el mismo año el principal galardón honorífico, el premio Málaga-SUR, y la distinción de mejor actor.

En las categorías técnicas, el jurado reconoció como la mejor música la partitura de Pascal Gaigne para el thriller Plan de fuga, mientras que la excelente fotografía de Redemoinho también salió premiada en este apartado. Por último, el montaje fue para La mujer del animal.

Más premios

En Zonazine, el riesgo creativo tuvo recompensa para Julia Ist, con la que Elena Martín se llevó los premios a la mejor película y dirección, mientras que el premio del público fue para Blue rai, de Pedro B. Abreu. Por último, la sección de documentales se saldó con tres títulos destacados: mejor cinta para La balada de Oppenheimer Park, en la que el mexicano Juan Manuel Sepulveda muestra la vida de unos indígenas exiliados de sus reservas; mejor director para el español David Arratibel por Converso, y premio del público para Donkeyote, del manchego Chico Pereira.

Con el aplaudido palmarés, el Festival de Málaga Cine en Español cierra su edición más importante de los últimos años con ese salto internacional y la novedad del cine iberoamericano. Lo paradójico es que el certamen no solo no ha perdido su seña de identidad nacional, sino que nuestras películas han mostrado calidad y nuevas miradas. Como hacía tiempo no lo hacían. No hay nada como un poco de competencia.

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