Una alfombra roja de película

La primera en hacer acto de presencia fue la presentadora de la gala de clausura Diana Navarro. La cantante, que iba dispuesta a «disfrutar del momento», se decantó por un diseño de la firma malagueña la Gioconda Novias que le sentaba como un guante. El vestido palabra de honor, en azul petróleo, drapeado y con detalles de pedrería fue uno de los más elegantes de la noche. Tras ella, llegaron dos actrices muy conocidas por los fans que esperaban a las puertas del Teatro Cervantes: Vanessa Romero y Macarena Gómez. La primera optó por un vestido de Azzaro en color mint, que combinó con joyas de Yanes y zapatos de Úrsula Mascaró, mientras que, Macarena Gómez fue fiel a Teresa Helbig con uno de los diseños más originales y divertidos que pasaron por la alfombra roja. Un vestido con la espalda descubierta en tono nude, pero inundado de flores multicolor que tenían su punto fuerte en la parte de la falda, gracias al vuelo de la misma que conseguía fijar todas las miradas sobre ella. En definitiva, un estilismo muy vistoso y de los que se agradece ver en una gala de clausura.

Los vestidos largos fueron la tónica sobre la red carpet, aunque con diferentes versiones. Así, Kira Miró, una de las más osadas, se atrevía con un complicado diseño cut out de Pedro del Hierro o Nerea Barros que dejaba al público boquiabierto con las transparencias de su Santos Costura. También muy sexy lució María Botto que elegía un vestido de Juanjo Oliva de encaje negro y aires a lo Angelina Jolie. En esta línea, también se movió Hiba Abouk que llegó al Cervantes espectacular con un Dolce&Gabbana también de encajes, pero que a diferencia del Juanjo Oliva de María Botto, quedaba rematado a la espalda con botonería a modo de corsé. En cuanto a los accesorios, Bulgari fue la opción de la intérprete de El Príncipe. En el otro extremo, Ana Milán lució un vestido camisero en fucsia de la firma Tot-Hom.

Por líneas y colores más discretos se decantaron actrices como Mónica Cruz, vestida de Fernando Claro; Beatriz Luengo, que optó por una pieza de Colour Nude en color rosa empolvado que acompañaba con joyas de Suárez, o Nerea Garmendia que del brazo de su pareja, el también actor Jesús Olmedo, lució un sencillo pero elegante vestido de Adolfo Domínguez.

Además, la alfombra roja de la clausura sirvió para comprobar cómo las actrices de nuestro cine tienen plena confianza en una marca made in Spain como es Dolores Promesas. La firma vistió para la ocasión a Toni Acosta e Ingrid Rubio. La primera lució un impresionante vestido que se caracterizaba por su delicado estampado floral, mientras que la actriz de Pulsaciones optó por un vestido de paillettes que jugaban con el efecto tye-dye a partir del celeste.

Otra actriz que llamó la atención por su look fue la simpática Natalia de Molina ,«muy nerviosa por conocer a Antonio Banderas», que con su Roberto Diz de corte sirena acaparó un sin fín de flashes. No era para menos, porque esta obra del diseñador sevillano hipnotizaba a la vista con el binomio de líneas geométricas y encaje, logrando que este tejido clásico por antonomasia rejuveneciera y adquiriera una modernidad inaudita.

Muy aclamada y también de largo fue Lolita. La jurado de Tu cara me suena ha llegado a la audiencia y eso se notó en los seguidores que gritaban «¡anécdota, anécdota!» al paso de la cantante, haciendo un guiño a los apuntes que Lolita hace en el programa. Junto a ella, su hija Elena Furiase que prefirió vestir para la noche de Antonio Banderas con un vestido de inspiración navy de la firma madrileña Basaldúa.

No obstante, no todas apostaron por el largo. También hubo espacio para los vestidos midi como el The 2nd Skin Co. de Mariam Hernández o el Hanibal Laguna de María Castro que apostaba a caballo ganador por los siempre festivos y bien avenidos tonos negro y dorado, mientras que María León, una de las actrices más aclamadas, fue la excepción. Y es que la intérprete de Allí Abajo se decantó por un diseño mini, que jugaba con volúmenes, obra del modisto Juan Vidal.

La guinda a la noche la puso una mujer que sin ser actriz fue la más esperada. Nicole Kimpel, la novia de Antonio Banderas, pisó la alfombra roja enfundada en un ceñido diseño de Vicedomini que aportaba elegancia y discreción.

En el bando de los hombres destacó, como es habitual, Eduardo Casanova que no pasó desapercibido con su total look de Gucci, compuesto por un traje de chaqueta de inspiración oriental y los mocasines destalonados más clonados de la firma italiana.