Del volcán a la tranquilidad de Bebe

«Las cosas hay que contarlas como son realmente; tampoco hay nada que ocultar. En la vida hay errores y hay aciertos, uno de repente sube al cielo, pero también puede bajar al infierno; nos pasa a todos», recordó la artista, quien de tocar en espacios pequeños pasó a vender un millón de álbumes con su primer disco, Pafuera telarañas y su tan tarareado «malo, malo, malo eres». Un boom con el que arranca una carrera musical muy jovencita (con apenas 24 años), pero también una historia apasionante en la que no faltan sus años alejada de la música, su maternidad y su estabilidad y madurez actual.

En total dos años de rodaje tras la cantante en una docena de países, sumados a material de archivo nunca antes visto sobre sus inicios, sus giras y su vida privada completan una cinta que se estrenará el próximo 9 de mayo en Movistar Plus y que luego se editará en DVD. Una obra en la que al director no le han puesto ningún límite a la hora de filmar o de entrar en alguna parcela de su vida. Ni siquiera Bebe ha pedido cambios en el montaje final. Y eso que al principio a la cantante no le hizo mucha gracia la idea de repasar su carrera en un documental. «Pero ahora lo veo como un regalo, con sus subidas y bajadas. Al final se ha convertido en una buena reflexión y hasta te ríes más de ti misma cuando recuerdas las situaciones extremas por las que has pasado y que en ese momento pensabas que no superarías... aunque siempre llega la calma», explicó la artista que la semana que viene comienza su gira por Latinoamérica.

¿Y se arrepiente de algo de estos diez años? «No, creo que volvería a cometer todos los errores porque han sido los que me han llevado a lo que soy ahora. Me gusta y está bien equivocarse», puntualizó la cantante. Frente a los errores no faltan los piropos de Ricardo Darín, Rossy de Palma, Julio Medem, Carlos Jean (que la acompañó ayer en Málaga), Óscar Jaenada, Leonor Watling o Pablo Alborán, entre otros compañeros de profesión y amigos.

Nada de cine

«Este documental surge de la necesidad como director de comprender a un talento como el que tiene Bebe, tan extraordinario y con la capacidad de conmover a gente en Finlandia, Rusia, Latinoamérica o en Estados Unidos. Y no tenemos que olvidar que Bebe no sale de Nueva York, sino de Extremadura, lo que tiene mucho más mérito», resaltó Zin, cineasta nominado al Goya en 2015 y Premio José María Forqué 2016 por el documental Nacido en Gaza.

Pese a su nueva incursión audiovisual, Bebe no contempla por el momento volver a la interpretación tras verse de nuevo ayer en la gran pantalla en el Teatro Cervantes e incluso pasear por la alfombra roja. No en vano, Bebe se coló hace unos años entre las nominadas a mejor actriz revelación en los Goya por La educación de las hadas, del director José Luis Cuerda. Se llevó el galardón, pero en la categoría de mejor canción por la misma película. «Tengo mucho trabajo en la música, quizás cuando esté más tranquila y surja algún proyecto, pues ojalá. Pero no echo de menos la interpretación», concluyó.