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Las fans fueron muy madrugadoras para captar la mejor foto en la alfombra roja.

¡Ay! ¡Vaya torito!

Lo mejor de la tarde, a tenor del público, fue la presencia entre el gentío de dos grandes diestros. Uno, el actor Rubén Cortada y el otro, ya les digo, Mario Casas

Juan Francisco Gutiérrez

Sábado, 23 de abril 2016, 02:23

Me perdonarán los antitaurinos, pero cómo no mentar a El Fary para encabezar esta crónica sobre la primera gran tarde de la fiesta: o sea, ... sobre el primer encierro en el Teatro Cervantes, sobre la gala inaugural del Festival de Cine. Vale, seré un poco cabestro, pero el tarro de las esencias es tan caprichoso como el tiempo. Ya ven, hace dos días llovía y ayer el calor acompañó a la alfombra roja recién puesta. El mayor reclamo inicial, con permiso del respetable y del resto, fue una figura de tronío que en los carteles aparece como Mario Casas, pero que bien pudiera apodarse como El Niño del Chillerío.

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