«Está el que viene a divertirse y el que viene a fastidiar»
David Fernández, vendedor ambulante en el Centro
Hace 25 años que David Fernández comenzó a ser vendedor ambulante en los puestos de la Feria de Málaga. Concretamente en el Centro, en plena ... calle Larios, junto a su hija y a su mujer, que ya es la quinta generación de vendedores de su familia. «Los padres de mi mujer tenían ya un puesto en la plaza de la Marina desde 1979. Ahora estamos nosotros aquí, mi mujer unos dos puestos más arriba de la calle y mi hija y yo estamos aquí. Es un orgullo ver cómo nuestra niña sigue para ser la sexta generación y decir que somos una familia de vendedores ambulantes», confiesa el malagueño David Fernández.
Llegan sobre las siete de la mañana al puesto y se van a eso de la una o incluso dos. Son muchas horas y reciben a todo tipo de público: «Aquí tenemos al que viene a divertirse y al que viene a fastidiar. Hay de todo, pero la verdad es que nos lo tenemos que tomar con armonia porque esto es sólo una semana y hay que pasarlo bien», asegura. Cuando hace balance de estos días de feria en el Centro, analiza el tipo de asistente y la cantidad: «Hay mucho extranjero, pero sobre todo vemos turismo nacional. Se ve menos gente porque ya se están llevando mucho de la feria para el real y es una pena porque no hay que descatalogar el Centro, que es el que mantiene el folclore popular», lamenta el vendedor.
Menos público y venta
La bajada de afluencia de gente en esta zona de la feria afecta directamente a las ventas: «Si comparamos, estamos teniendo días más malillos que el año pasado», concreta. Entre los productos que más vende, la flor para el pelo y los abanicos: «Hombre, con este calorcito que tenemos no puede faltar el complemento perfecto», confirma David Fernández mientras su hija Isabella se acerca a preguntarle por el datáfono para cobrar. Luego comenta: «De verdad, qué contento estoy de que mi hija pueda seguir con este oficio en el que no hay tanta gente joven».
Lo que empezó en 1979 con sus suegros en la plaza de la Marina continúa con su mujer y su hija en calle Marqués de Larios, sello de esta Feria de Málaga. Como él mismo afirma, esto sigue y seguirá siendo una costumbre de las que no pueden faltar en las feria: los puestos ambulantes con complementos como el abanico, la flor o incluso mantones bordados.
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