Toreros con chanclas sale a hombros del Auditorio con su idioma inventado
El grupo, resultado de la fusión de dos de las bandas más importantes de los años 80, cierra la penúltima jornada de la Feria de Málaga con un show lleno de personalidad y humor
Adri Revilla
Sábado, 23 de agosto 2025, 09:30
Cuando el escenario se convierte en una sala de comedia y las letras en chistes. El Auditorio Municipal de Cortijo de Torres cierra la penúltima ... jornada de la Feria de Málaga con el show del grupo Toreros con chanclas, lleno de personalidad. Sin telonero, ni previa muestra de bailes, la banda llegó con un concierto que no pasó desapercibido, ni muchísimo menos.
El proyecto Toreros con chanclas cuenta con tan solo unos años de maduración, sin embargo, algunos de sus integrantes llevan siendo referentes en el mundo de la música desde los años 80. Esto es debido al origen del grupo, la fusión de dos de las bandas más importantes de la conocida etapa como 'Movida Madrileña', Los Toreros Muertos y No me pises que llevo chanclas. Ambas bandas se unen para crear el resultado de algo que es mucho más que música, humor e ironía con forma de estrofa.
A los pocos minutos de empezar el concierto se podían notar las incontrolables ganas que tenía el publico malagueño de la llegada de los vocalistas Pablo Carbonell y Pepe Begines. En un principio, parte de los espectadores se encontraban en sillas situadas en la pista. Sin embargo, a medida que avanzaba concierto eran más los que elegían estar de pie para disfrutar con euforia de ese momento o se acercaban a la valla que separaba el escenario, a lo que respondía el grupo: «Que, a ver a los toros eh», comentaban entre risas.
Con la banda musical de Titanic, un vídeo del montaje del escenario y sin previo aviso daba comienzo la velada musical. A las 22:30 horas, el grupo llegó al auditorio con una estética escocesa, acompañada de corbata roja y con una energía capaz de saciar hasta la última gota de entusiasmo de sus fans. El concierto arrancó con 'Va a faltar hielo', un título que, en pleno verano malagueño, sonó más a necesidad que a broma.
Curioso, las canciones también nacen de la mezcla. 'Agüita Agropop' funde el mítico 'Mi Agüita Amarilla' de Toreros Muertos con varios himnos de No me Pises que Llevo Chanclas. Le siguió 'Escuela de idiomas inventados', un cóctel entre 'On the desk' y 'Washuwarugui', en el que el disparate lingüístico se convierte en espectáculo.
El ambiente recordaba más a una verbena que a un concierto formal: abanicos en alto, vasos de cerveza que iban y venían y ese murmullo previo que se transforma en coro colectivo en cuanto suena el primer acorde. Málaga, en plena feria, parecía tener energía de sobra para seguir de fiesta incluso cuando el reloj marcaba la medianoche.
Entre canción y canción, Carbonell ejercía de maestro de ceremonias con chascarrillos improvisados y miradas cómplices al público, mientras Begines respondía con comentarios aún más disparatados. El resultado: un auditorio que no solo cantaba, también reía, como si estuviera asistiendo a un monólogo con banda sonora en directo.
Y así, entre bromas, faldas escocesas y letras imposibles, Toreros con Chanclas consiguieron algo poco frecuente: que la música se convirtiera en excusa para una celebración colectiva, donde el humor y la nostalgia se mezclaban con la misma naturalidad que los grupos que dieron vida a este proyecto.
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