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Los caballos toman el protagonismo en el real de la Feria de Málaga

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Salvador Salas

Los caballos toman el protagonismo en el real de la Feria de Málaga

El Cortijo de Torres vive un viernes lleno de ambiente tradicional con los jinetes y las amazonas como gran reclamo .El centro se mantiene como principal foco de diversión con un nuevo día lleno

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Viernes, 16 de agosto 2019

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El real de la Feria de Málaga sigue queriendo coger fuelle durante el mediodía. El rey indiscutible de la fiesta nocturna lleva varios años recibiendo el empuje tanto del Ayuntamiento como de los empresarios y asociaciones que explotan sus espacios en una clara estrategia por equilibrar la presión feriante entre el recinto y el Centro Histórico de la capital. En esa puja, ayer el Cortijo de Torres mostró músculo en una jornada atípica por una afluencia menor de lo habitual, consecuencia directa de un primer día festivo en el que las calles reales se llenaron desde la hora del almuerzo, algo poco habitual y reservado para el día posterior (ayer). Sin embargo, las caballos, jinetes y amazonas se llevaron el protagonismo de la jornada.

Ellos son quienes mantienen el empuje del Cortijo de Torres un año más. Los paseos de enganches suponen un gran escaparate de las tradiciones malagueñas y constituyen por sí mismos un reclamo más del paisaje feriante. De hecho, es su presencia en las calles del recinto la que anima a la gente a interactuar, causando sensación entre los asistentes que piden fotos, se dan paseos, comparten vino y platos de fritura a la sombra de los márgenes de las principales avenidas. «Siempre venimos aquí desde que se potenció tantísimo el que viniéramos los caballistas», comenta José, vestido de corto y acompañado de Elena, su pareja, con traje de flamenca rojo y flor a juego a lomos de un andaluz negro. El valor de los jinetes y las amazonas, además de las exhibiciones que se realizan en el Centro Ecuestre, está en dar vida al recinto en su conjunto y totalidad.

Vídeo. IMPRESIONES DESDE EL REAL DE LA FERIA HAN LIU

A eso de las dos de la tarde las calles estaban casi vacías y las casetas medio llenas, excepto la de El Pimpi, Mamajuana o la de La Canasta (entre otras), oasis de colores en los primeros pasos del viernes. Aunque la programación oficial comienza a las doce del mediodía en el real, los visitantes no hacen acto de presencia hasta bien entrada la tarde, con los primeros jaleos a eso de las cuatro. La comida se antoja cómoda, con espacio para los primeros bailes, hecho que persiguen muchos de los asistentes en esa franja horaria. «Si esto se pusiese igual de 'petado' que el centro, lo mismo no veníamos tan temprano, y al igual que nosotros muchos de nuestros amigos», comentan Alberto y sus compañeros de la oficina.

Por todo ello, la falta de público antes de que afloje el calor no debe ser considerada como algo negativo si se tiene en cuenta que el real es mucho más grande que el centro y el perfil de ocio que se persigue es más tradicional. Además, para gustos colores y perspectivas. Dos grupos de jóvenes, también con trajes, aseguran que cada año acude al real durante el día «más gente» que hace un tiempo. «Creo que poco a poco nuestros amigos y la gente de nuestro entorno se van dando cuenta de que aquí se está también muy bien, menos agobiados que en el centro». Otro visitante añade que «la clave del real está en que se puede estar tranquilo». «Ayer (jueves) estuve en Málaga y era asfixiante».

Vídeo. Pedro J. Quero

En las casetas del real sigue funcionando la fórmula de la música en directo después de comer. Claro ejemplo fue el huracán de Encarni Navarro en la de El Pimpi, con lleno absoluto.

Mientras tanto, las calles del casto antiguo vivieron ayer una jornada de nuevo redonda, con ambiente desde la hora del almuerzo en las zonas más emblemáticas –de Constitución a plaza del Obispo–. La diversión se expandió conforme pasaban las horas hasta llenar prácticamente toda la almendra central de gente bailando y bebiendo en la calle.

A las seis de la tarde, con las plazas ya cerradas y tras el fin de la programación a pie de calle, los bares siguieron llenos hasta bien entrada la noche, mientras que el real siguió recibiendo feriantes, unos que llegaban del centro, otros de casa. La noche cayó sobre el Cortijo de Torres para dar cobijo a los miles de malagueños y visitantes (especialmente los más jóvenes– que no fallan en su cita con la zona 'discotequera' del real.

Una charanga invita a los viandantes a subir al nuevo espacio

Un nuevo espacio para la diversión en el centro histórico

Esta edición de la Feria de Málaga cuenta con un nuevo espacio para la diversión al más puro estilo malagueño. El centro de Málaga acoge una alianza única centrada en recibir al feriante más exigente:Abanico' 19, una caseta interior promovida por SUR de la mano de grupo La Reserva.

Este nuevo espacio se encuentra ubicado en Calle Correo Viejo, en la plaza del Siglo. En el interior, con aire acondicionado, hay una cuidada oferta gastronómica, marca de la casa del grupo La Reserva, que va desde platos tradicionales a tapas y surtidos más innovadores.

Ayer una charanga decidió subir a la caseta interior para tocar desde los balcones hacia la calle, haciendo bailar a los feriantes de la plaza del Siglo, un ejemplo del ambiente que se respira en este nuevo espacio, que cuenta además con la colaboración de San Miguel y su cerveza Magna. En Abanico' 19 hay música desde la hora del almuerzo y el espacio está concebido para que el ambiente no cese a lo largo de todo el día, más allá incluso de la hora en la que acaba la programación del centro al tratarse de una caseta interior.

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