Los Claveles celebra cuarenta años con la visita Alberto Garzón

Ayer fue un día especial. Los militantes del Partido Comunista estaban citados a la hora del almuerzo en la que es su caseta, que este año también está decorada en su interior con los logotipos de Unidos Podemos y Málaga para la gente. El reencuentro de antiguos 'camaradas' dejó anécdotas de los primeros años de Los Claveles y alguna que otra lágrima entre banderas cubanas, retratos del Che Guevara y carteles que demuestran que la lucha sigue -en la caseta no venden productos de la multinacional Coca-Cola como gesto de simpatía con los trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada-.

El rostro del líder comunista argentino estaba también grabado en la boina de Juan García Chacón, que a sus ochenta años se afanaba como los demás en preparar las mesas. Él es uno de los que puede hablar en primera persona de la fundación de la caseta, nacida antes de la legalización del Partido Comunista en 1977. Como recuerda el secretario local de la organización, José Manuel Luque, en la primera fachada destacaban las siglas PCE, lo cual supuso un escándalo, aunque realmente se refiriesen a 'Peña los Claveles de España'.

Tampoco quiso perderse el acto el histórico dirigente de Izquierda Unida en Málaga, Antonio Romero, acompañado de su esposa. Romero y José Antonio Ponce, antiguo alcalde de El Borge, reían al verse en una vieja foto publicada por este periódico. Ambos, tras la barra de El Rincón Cubano, servían mojitos a los visitantes de la caseta. Ponce y su hermana Sagrario recuerdan con especial cariño esos años. Ellos fueron los responsables de convertir El Rincón Cubano en un espacio propio. «Venían muchos periodistas. Recuerdo a Antonio de la Torre y a Manuel Becerra. Aquí hacíamos los mejores mojitos y cócteles: el 'bucanero, el 'Fidel Castro', que llevaba menta...», rememora el político.

Otro exdirigente del PCE en Málaga, Antonio Caamaño, echa la vista mucho más atrás, cuando Los Claveles era apenas «un quiosco» decorado con flores en la antigua ubicación del Real. «El ambiente era espectacular. Los jóvenes se sentaban dentro de la caseta y los que estábamos fichados por la policía nos quedábamos fuera, por lo que pudiera pasar». Caamaño compartió ayer anécdotas con su 'camarada' Ignacio Trillo, antiguo secretario general del PCA.

La llegada del coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, hizo que muchos desenfundaran sus móviles para hacerse un 'selfie' con el político, un habitual en la caseta. «Todos los años vengo a echar una mano. Ahora toca reconocer el mérito de los que hicieron posible esto hace 40 años», declaró el diputado por Málaga.