La pausa de 15 minutos en el trabajo: lo que dice el Estatuto de los Trabajadores
El artículo 34 aclara el tiempo que le correponde a cada empleado cuando se trabaja un mínimo de seis horas seguidas
SUR
Domingo, 7 de septiembre 2025, 00:20
El artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores no deja lugar a dudas: «Siempre que la duración de la jornada diaria continuada exceda de seis ... horas, deberá establecerse un periodo de descanso durante la misma de duración no inferior a quince minutos. En el caso de los menores de 18 años, si la jornada de trabajo supera las cuatro horas y media, la duración mínima de su descanso debe ser de treinta minutos». El objetivo es claro: garantizar la salud y bienestar de la plantilla.
Se trata de un derecho de los trabajadores a interrumpir su actividad laboral por un tiempo determinado cuando su jornada sea continuada, es decir, sin que haya una interrupción superior a una hora entre el inicio y el final de la misma. Este derecho tiene una finalidad clara: prevenir los riesgos laborales derivados de una exposición prolongada al trabajo, como el estrés, la fatiga o el deterioro de la salud.
Por tanto, no se podrá renunciar a este descanso ni pactar su no aplicación, ya que se trata de un derecho irrenunciable e indisponible. Si el empresario incumple este derecho, el trabajador podrá denunciarlo ante la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social, ya que se estaría vulnerando su derecho a la integridad física y mental.
Este periodo de pausa se considerará tiempo de trabajo efectivo cuando así esté establecido o se establezca por convenio colectivo o contrato laboral.
La jornada continuada se refiere a aquella en la que el trabajador no tiene pausas significativas que interrumpan su trabajo. Por ejemplo, un turno de 8.00 a 14.00 sería considerado una jornada continuada. Por otro lado, si la jornada incluye un tiempo de descanso para comer, por ejemplo, de una hora, se consideraría una jornada partida, lo que podría alterar las obligaciones de descanso según las horas trabajadas antes y después de dicha pausa.
Y es que los convenios colectivos desempeñan un papel fundamental en la regulación de las condiciones de trabajo, incluyendo dichos descansos. A menudo, estos convenios pueden mejorar las condiciones mínimas establecidas por la ley, ofreciendo descansos adicionales o regulando de manera específica situaciones que la legislación general no contempla.
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