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Ingreso Mínimo Vital: requisitos en 2023 para compatibilizarlo con el trabajo

Ingreso Mínimo Vital: requisitos en 2023 para compatibilizarlo con el trabajo

El Gobierno aprueba un incentivo para compatibilizar esta ayuda con el empleo sin perder ingresos

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Lunes, 19 de diciembre 2022, 11:35

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El Ingreso Mínimo Vital (IMV) trae importantes novedades en 2023 para sus beneficiarios, que podrán ver incrementados sus ingresos después de los últimos anuncios realizados por el Gobierno. Por un lado, el incentivo para que quienes cobran esta ayuda no la pierdan si encuentran un empleo y, por otro, la subida en la cuantía actual, que «aumentará en los mismo términos que las pensiones», según el Ejecutivo.

Así pues, partir de enero 2023 los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital podrán tener un ingreso extra si acceden a un empleo y aumentar su cuantía hasta un máximo de 17.000 euros anuales. El Ejecutivo aprobó el pasado mes de septiembre el reglamento de incentivos al empleo para impulsar la incorporación de los perceptores de esta renta al mercado laboral y evitar, así, que caigan en la trampa de no buscar trabajo o incrementar sus ingresos por temor a perder su prestación o ver reducido su importe.

Si bien el IMV ya es compatible actualmente con el empleo, hasta ahora ese trabajo actuaba como recorte de esta ayuda (es decir, el salario recibido se le restaba). Pero a partir de enero, que es cuando entrará en vigor, una mejora en su vida laboral actuará como un incremento de su renta, puesto que se garantiza que si el beneficiario encuentra trabajo, aumenta las horas o mejora su salario, siempre ganará más que si no lo hiciese.

La ayuda será más importante en función de tres factores: si hay o no menores en la unidad de convivencia, con un tratamiento especial a familias monoparentales y aquellas en las que convivan personas con discapacidad. En segundo lugar, el incentivo está en función del incremento salarial, con especial apoyo a los aumentos iniciales y quienes se incorporen al mercado laboral. De este modo, se bonifica el 100% de los ingresos de trabajo que lleguen hasta el 60% de la renta garantizada; es decir, por cada euro que gana el perceptor recibe un euro más de renta disponible.

A partir de unos ingresos laborales por encima del 60% de IMV, el incentivo se suaviza y se recibe entre un 20% y un 40% más.

Por último, la cuantía dependerá también del tipo de movimiento laboral: será mayor para las personas que estaban fuera del mercado laboral y algo menor para las que ya estaban trabajando.

El Ministerio de Inclusión pone un ejemplo. En el caso de una familia monoparental con un menor a su cargo y sin ingresos el año anterior, la renta garantizada por el Ingreso Mínimo que recibe antes del incentivo asciende a 10.737 euros al año. Si en el ejercicio siguiente, esta familia obtiene 1.000 euros al año por trabajar, no se le recortaría ni un solo euro de la prestación que recibe, con lo que sus ingresos totales serían de 11.737 euros. No verá reducidos sus ingresos mientras los rendimientos del trabajo no superen el 60% del IMV.

Por otra parte, otra de las grandes novedades de esta ayuda en 2023 es que «aumentará en los mismos términos que las pensiones», tal y como anunció la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Eso significa que si las previsiones del Gobierno se cumplen, esta ayuda va a subir en torno a un 8,5% cara al próximo año, tal y como confirmó también la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2023.

El pasado mes de junio, el Gobierno ya aprobó otro incremento del 15% del IMV y de las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez para paliar los efectos que está teniendo el encarecimiento de los precios en los hogares más vulnerables como consecuencia de la guerra de Ucrania. No obstante, esta medida será, en principio, «transitoria», de forma que estará en vigor desde el pasado 1 de julio y se mantendrá hasta el 31 de diciembre de este año.

La Seguridad Social recuerda que aunque se trata de una ayuda para proporcionar sostén a los más desfavorecidos, el cobro del Ingreso Mínimo Vital no es indefinido. Está sujeto a que los ingresos personales superen la renta garantizada, pero además, la Seguridad Social puede suspender e incluso retirar esta ayuda de forma definitiva cuando los beneficiarios incumplen las condiciones.

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