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Oficina de Pipersgold, en la Alameda Principal. Salvador Salas
Revisar el joyero puede dar una alegría: «Es el mejor momento para vender oro»

Revisar el joyero puede dar una alegría: «Es el mejor momento para vender oro»

Los 'compro oro' viven un momento dulce con la cotización récord de este metal, que anima a muchas personas a revender las joyas que ya no usan

Nuria Triguero

Málaga

Lunes, 13 de enero 2025, 00:19

Quizá usted no lo sabe, pero olvidado en el joyero puede tener un crucero, una escapada a Londres o incluso un coche nuevo. La cotización del oro está tan alta que sorprende el dinero que se puede obtener por la venta de joyas. «No ha habido nunca mejor momento que éste para vender oro», sentencia Ángel, empleado de Pipersgold, un 'compro oro' que tiene su sede principal en Fuengirola y, además, un local en la Alameda Principal.

El precio que se paga por un gramo de oro de 18 kilates (la calidad más habitual) supera los 51 euros, de forma que por una alianza (que suele pesar entre 3 y 5 gramos) se pueden obtener entre 150 y 300 euros. A partir de aquí, la ganancia depende del peso que tenga la joya o joyas en cuestión. «El precio depende directamente de la cotización bursátil del oro a nivel mundial, así que cada día puede cambiar», explica el portavoz de Pipersgold.

Los 'compro oro' proliferaron como setas en la gran crisis de 2008: calles como la de Carretería, en Málaga, estaban sembradas de establecimientos que proporcionaban a la gente con apuros económicos una manera rápida de obtener dinero. Aquel momento pasó y los pocos que quedaron en pie están viviendo ahora un nuevo momento dulce gracias a la cotización récord del rey de los metales. «El hecho de que el precio esté tan alto hace que sea mucho más atractivo para la gente rescatar las piezas que tienen por casa y a las que ya no les dan uso», explica Ángel. «Ahora hay más sentido práctico y muchas personas se desprenden de joyas que tenían olvidadas para convertirlas en viajes con la familia o en otro tipo de bienes que realmente van a disfrutar», argumenta. Además, comenta, aunque no estemos en crisis como en 2008, la inflación ha lastrado muchas economías familiares. «Hay gente que no llega al final de mes y echa mano del oro», advierte.

«Gen corriente»

A los compro oro acude «gente corriente, de clase media», asegura el empleado. Un perfil de cliente muy típico de estos establecimientos sigue siendo el de la persona recién divorciada que quiere soltar lastre, material y sentimental. «Traen la alianza y otras joyas que les regaló en su día su expareja y se sorprenden de lo que pueden llegar a sacar», apunta. Ana es una de estas clientas y no tiene reparo en enseñar sus facturas: cerca de 2.000 euros le han pagado por las joyas que le recordaban a su exmarido.

Las herencias son otro supuesto habitual de los 'compro oro'. Y entre las piezas más llamativas que atesoran estos establecimientos están los cinturones de oro marroquíes: son piezas que es costumbre regalar en las bodas en el país vecino y pueden llegar a valer una fortuna. «A poco que pese 350 gramos alcanza un valor de 18.000 euros», apunta Ángel.

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