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A. Martín Campos
La nueva fiebre del oro: por qué está disparada su cotización y cómo invertir

La nueva fiebre del oro: por qué está disparada su cotización y cómo invertir

Desde comprar lingotes hasta fondos de inversión, hay diferentes vías para apostar por este valor refugio, que apunta a seguir al alza por la incertidumbre política mundial

Lunes, 13 de enero 2025, 00:20

Resulta una aparente paradoja que el oro y las criptomonedas estén en auge a la vez: el producto de inversión más antiguo y tangible del mundo y el más moderno y etéreo. Pero en realidad ambos comparten un rasgo importante que explica, en parte, por qué su cotización se ha disparado tanto: su oferta es finita. «Las reservas de oro son limitadas: no se va a encontrar mucho más del que ya hay. Y con el bitcoin, aunque mucha gente no lo sepa, ocurre lo mismo: dejarán de extraerse nuevos bitcoin cuando se llegue a los 21 millones [ya hay en circulación alrededor de 19,59 millones, el 92% de la emisión total]. El hecho de que un bien sea finito hace que aumente la demanda. Esto no pasa con las divisas, ya que los gobiernos pueden imprimir moneda de manera ilimitada», explica Javier Niederleytner, profesor en el Instituto de Estudios Bursátiles.

La cotización del oro lleva subiendo con fuerza ya varios años, pero la escalada del año pasado fue vertical: en noviembre de 2024 alcanzaba el máximo histórico de 2.613 euros por onza, exactamente un 43% por encima de lo que marcaba un año antes. No se veía una revalorización de este calibre desde 1979. Esta escalada se ha ido apoyando por los diferentes sucesos que han ido convulsionando al mundo: el ataque de Hamas a Israel y el inicio de la guerra en Gaza, la bajada de tipos de interés, los ataques a Líbano, la tensión con Irán y el cambio de régimen en Siria. Previamente a esta última racha alcista, otros máximos históricos se alcanzaron por la quiebra de Credit Suisse, la invasión de Ucrania o el estallido de la pandemia. Podría decirse que el miedo alimenta la cotización del oro.

«El oro siempre ha sido un refugio para momentos de incertidumbre. Y si algo ha caracterizado 2024 ha sido la inestabilidad. A la guerra de Ucrania se sumó la de Gaza y Líbano y, para terminar el año, se sumó el derrocamiento del régimen sirio. Este 'momentum' ha hecho que muchos muchos inversores se refugien en el oro y esta tendencia también la han seguido los bancos centrales, incrementando sus reservas de este metal. Y como hablamos de un bien cuya oferta es escasa, la consecuencia es esa subida de precio», explica Niederleytner.

Además, la cotización del oro se ha beneficiado de las bajadas de tipos de interés del último año. Y esta evolución ha llamado la atención de más inversores, retroalimentando la subida. En este último 'sprint' es cuando muchos ahorradores particulares se han sumado a esta fiebre del oro. La demanda de inversores no profesionales ha llevado incluso a que una cadena de supermercados -Costco- se lance a vender lingotes en sus establecimientos y a que surjan múltiples plataformas online que facilitan la adquisición de oro de inversión.

Daniel Marburger, CEO de una de estas compañías dedicadas a la venta online de oro de inversión, StoneXBullion, confirma: «Hemos experimentado un enorme aumento en los pedidos en 2024 y ha sido un año en el que compradores y vendedores han estado muy activos. En comparación con el año anterior, hemos vendido casi un 50% más de lingotes de oro suizos».

¿Es buen momento para invertir?

¿Es buen momento para invertir?

La pregunta es: con la cotización del rey de los metales en máximos históricos, ¿es momento para invertir? ¿Va a seguir subiendo el oro? La mayoría de analistas coinciden en que queda recorrido alcista, dado que la incertidumbre va a seguir siendo la tónica en la geopolítica mundial, al menos a corto plazo.

Javier Niederleytner opina que la subida del oro es «absolutamente imparable» porque los particulares «también han visto en él un valor refugio». «Lo único que podría parar esta tendencia es que se consiguiera la paz mundial y me temo que eso no va a ocurrir a corto plazo. Tenemos dos guerras activas, la espada de Damocles con Hong Kong y China, el terrorismo islámico, Irán... El mundo va a seguir siendo presa de la incertidumbre y eso beneficia al valor refugio por excelencia, que es el oro», argumenta.

Bank of America ya pronosticó el año pasado que la cotización de la onza de oro troy escalaría hasta los 3.000 dólares en la segunda mitad de este 2025 por la confluencia de varios factores, entre los que sobresalía la demanda del metal precioso por parte de los bancos centrales. El único factor que puede influir a la baja es la política económica de Donald Trump, pues si impone desregulación y bajadas de impuestos podría provocar un rebrote inflacionista que obligue a la Fed a tener una política monetaria más dura y eso penalizaría el precio del oro.

Hay otra pregunta pertinente: ¿es el oro una inversión adecuada para pequeños ahorradores? «Es una inversión segura, no le veo riesgo porque históricamente, el oro siempre tiende a subir. Lo que no aconsejaría es tratar de especular a corto plazo; para eso hay otros activos. Hay que entender el oro como un valor refugio, como una acumulación de valor de cara a amasar un patrimonio a largo plazo», opina el experto del Instituto de Estudios Bursátiles. A esto hay que sumar que la venta de oro está exenta de IVA.

¿Y la liquidez de la inversión? En principio es total, ya que se puede vender el oro en el momento en que queramos; ahora bien, la rentabilidad que obtengamos dependerá de la cotización que tuviera el metal en el momento de la compra y de la venta.

¿Cómo comprar oro físico?

¿Cómo comprar oro físico?

Hay dos formas de invertir en oro: la directa y la indirecta. La compra de oro físico, ya sea en lingotes, monedas o joyas, es una manera directa de apostar por este valor refugio. Como vía indirecta están los ETF, o fondos cotizados en Bolsa: fondos que replican el precio del oro y se negocian en las bolsas de valores como acciones. Son una manera indirecta de invertir en oro sin tener que manejar el metal físico. Asimismo, hay fondos de inversión propiamente dichos que no es que repliquen el precio del oro, sino que invierten en acciones de compañías dedicadas a actividades relacionadas con este metal (por ejemplo, empresas mineras).

Para comprar oro físico hay varias opciones a las que acudir, pero el consejo es siempre la misma: comprobar la fiabilidad del vendedor y buscar un certificado que garantice la autenticidad del metal. Hay distribuidores especializados en metales preciosos, plataformas 'online' para la venta de oro y plata, subastas de joyas... Algunas joyerías y 'compro oro' venden lingotes y monedas y también se puede acudir a la Real Casa de la Moneda.

Se puede comprar oro desde cuantías pequeñas: hay monedas o lingotes de un gramo que se venden en torno a 100 euros. Una onza equivale a 31.10 gramos y se puede comprar a día de hoy por algo menos de 2.700 euros.

¿Cuál es el hándicap de comprar oro físico? Pues que hay que guardarlo a salvo de robos, bien en el propio domicilio o bien en la caja fuerte de algún banco.

También hay empresas que ofrecen una especie de tercera vía: venden el metal y se encargan de custodiarlo. Pero esto, claro, tiene su coste.

Lo que hay que evitar a toda costa es caer en chiringuitos financieros que utilizan el oro (u otros bienes tangibles) como cebo para estafas piramidales. En 2023 se destapó el último caso: Sempi Gold, una empresa jerezana, vendía lingotes de oro que en realidad eran barras de hierro. Hay una máxima a seguir para evitar caer en estos fraudes: huir de todo aquel que nos prometa una rentabilidad futura concreta, ya que nadie puede predecir cuál va a ser el precio del oro.

¿Cómo comprobar la autenticidad del oro?

¿Cómo comprobar la autenticidad del oro?

Al comprar oro hay que asegurarse de la autenticidad y pureza del metal basándonos en varios aspectos: el sello del fabricante, la señal de la pureza del oro, certificaciones de autenticidad o informes de entidades reconocidas.

Una de las más prestigiosas es el 'Good Delivery' de la London Bullion Market Association, que se aplica a las refinerías que cumplen con los estándares de pureza exigidos por la asociación (en España está, por ejemplo, SEMPSA). Para tener este sello, el lingote en cuestión debe tener una pureza de 999.9.

Los lingotes que vienen de estas refinerías certificadas se presentan en forma de blísters termosellados que, además de protegerlos, funcionan como certificado de garantía, de modo que incluye la firma de la casa de la moneda o refinería correspondiente, el número, la marca de agua y un código de barras identificativo para cada pieza. Esos blísters van acompañados de su certificado correspondiente y no se deben abrir porque, de hacerlo, se pierde la garantía.

¿Cómo invertir a través de fondos ETF?

¿Cómo invertir a través de fondos ETF?

Los productos cotizados que invierten en oro físico se denominan de forma popular ETF de oro, pero son en puridad ETC (Exchange Traded Commodity). Estos productos, a diferencia de los ETF tradicionales, suelen estar estructurados como notas de deuda no garantizadas. Es decir, que los inversores no tienen derechos de propiedad sobre las materias primas subyacentes y están expuestos al riesgo de crédito del emisor del ETC. Por eso es importante la elección de una gestora de confianza. Esto es así porque los ETF, por normativa europea, no pueden invertir en una única materia prima. De ahí que exista la figura del ETC, que permite replicar el comportamiento de un solo producto.

Los ETC reproducen las oscilaciones en el precio del oro, tanto al alza como a la baja. Para ello, lo más frecuente es que la gestora que emite el producto compre lingotes de oro y los almacene en una cámara acorazada (réplica física). También existen gestoras que optan por realizar una réplica sintética: no adquieren el oro físico, sino que imitan su comportamiento a través de productos derivados. En este caso, en caso de quiebra no existe el respaldo del oro físico, pero las gestoras suelen ofrecer como garantía colateral bonos de alta calidad.

Las ventajas de invertir mediante estos fondos son principalmente dos: la liquidez (ya que al ser productos cotizados en bolsa se pueden comprar y vender a tiempo real) y que el inversor no tiene que preocuparse de custodiar el oro físico.

Como en cualquier producto cotizado, hay que fijarse en la solvencia de la gestora, en la rentabilidad que viene dando (aunque rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras) y también en las comisiones que cobren.

El discreto encanto de la plata: sube más que el oro

Mientras el oro acapara todas las miradas por los hitos de cotización que ha alcanzado en el último año, su hermana pequeña está protagonizando una subida más vertical incluso: la plata se ha revalorizado un 40% en el último año, alcanzando un precio de 29,4 euros por onza.

Al igual que con el oro, la plata funciona como un activo refugio en el que los inversores se protegen en épocas turbulentas. Por tanto, parte de su evolución se explica por la misma razón por la que se ha disparado el precio del metal rey: la incertidumbre. Sin embargo, la plata tiene además una vinculación con la economía real, ya que se utiliza como materia prima en muchas industrias: desde dispositivos electrónicos y tecnológicos hasta paneles solares o baterías. Por tanto, su cotización también depende de las expectativas sobre la marcha de la economía y, más concretamente, de sectores tan en auge como los citados.

Una demanda al alza frente a una oferta limitada (la producción está cayendo) dan como resultado esa evolución espectacular del precio de la plata, que está llamando la atención de muchos inversores. Al igual que el oro, la plata se vende como producto de inversión en lingotes y monedas.

Créditos

  • Ilustraciones y gráficos Alba Martín Campos

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