Los hogares se aferran al crédito al consumo para afrontar las vacaciones
La banca sigue financiando a mayores intereses este tipo de préstamos, pero cierra el grifo de las hipotecas
No queda otra. El 'efecto carcoma' que el reciente periodo inflacionista ha provocado en los ahorros de los españoles ha obligado a las familias a ... recurrir de una forma cada vez más notable al crédito al consumo para mantener en orden sus finanzas domésticas.
Las estadísticas del Banco de España reflejan cómo desde principios de año este tipo de financiación -que por lo general se concede a mayores intereses- ha ido ganando terreno en plena contracción del crédito, acelerándose de forma notable en los últimos meses en los que el verano anima a un mayor gasto de cara a las vacaciones.
En concreto, el crédito al consumo se incrementó en otro 3,7% en junio respecto al mismo mes del año anterior, tras haber crecido ya en mayo un 3,5%, también en términos interanuales. En total, las entidades concedieron 97.061 millones de euros a los hogares en estos préstamos, lo que implica 2.150 millones de euros más que en febrero, cuando esta financiación empezó a repuntar con más fuerza.
La buena evolución del negocio de consumo ha provocado que el crédito total a las familias (incluídas las hipotecas y otros préstamos) subiese en junio en casi 10.000 millones de euros respecto a mayo, hasta los 699.234 millones. Eso sí, la cifra sigue siendo un 1,4% inferior a la de junio de 2022, reflejando las mayores dificulatades de acceso y una menor demanda ante unos créditos cada vez más caros.
Una situación que se refleja especialmente en el segmento hipotecario, donde el crédito sigue contrayéndose con fuerza. En concreto, en junio se situó en 503.364 millones de euros, acumulando once meses de caída y muy lejos de los 519.129 marcados en julio del pasado año, cuando el BCE inició las subidas de los tipos de interés.
De esta forma, los datos del Banco de España muestran que el importe que las familias destinan a su hogar sigue ocupando la mayor parte de su endeudamiento, ya que supone en torno al 72% del mismo.
Mayor restricción a las empresas
Esta contracción del crédito se está dejando notar en verano de forma más virulenta en el segmento empresarial, que hasta hace poco había aguantado mejor el actual escenario. En concreto, la financiación a las empresas se hundió un 2,5% en junio hasta los 923.447 millones de euros. Y la bancaria es la más afectada con un saldo vivo de 469.113 millones de euros, muy lejos de los 490.000 que se rozaban hace apenas un año.
El estrangulamiento se está produciendo sobre todo en el segmento de pymes, que copan el tejido empresarial en el país y estarían retrasando sus decisiones de inversión ante el encarecimiento del crédito necesario para acometerlas, que ahora deben destinar también al pago de proveedores que también implica mayores costes para ellas.
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