Las empresas españolas ya pagan un tipo efectivo medio del 21,31%

Según los últimos datos de la Agencia Tributaria correspondientes a 2019, la gran mayoría de las multinacionales ya tributan a un tipo medio efectivo del 21,31% sobre la base imponible, frente al 25% nominal y el 15% establecido de mínimo por Hacienda en el texto que ahora se encuentra en tramitación parlamentaria. Si se tomase como referencia el beneficio (y no la base imponible), las empresas españolas habrían pagado solo un 9% en Sociedades.

El planteamiento del Ejecutivo es que este tipo mínimo se aplique a las empresas no integradas en grupos que ganen más de 20 millones de euros al año. De hecho, las empresas con una cifra de negocios de entre 20 y 60 millones de euros ya tributan al 22,14% sobre su base imponible, las que están entre 60 y 100 millones están en el 22,20% y los gigantes empresariales, aquellos que ganan más de 1.000 millones, en el 18,59%. En este último caso, el tipo efectivo sobre beneficios se limita al 4,57%.

Es decir, la mayoría de las empresas españolas tributaron ya en 2019 por encima de ese mínimo establecido en Presupuestos. Por tipo de empresas, los bancos tributan a un tipo efectivo sobre la base imponible del 24,77%, las aseguradoras del 22,79% y las empresas no financieras del 21,13%. Si se tienen en cuenta los beneficios, los bancos presentan un tipo efectivo del 3,96%, las aseguradoras del 14% y las empresas no financieras del 9,44%.

El Gobierno reconoce la situación y por eso, durante la presentación del Libro Amarillo, la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no tuvo reparos en confirmar que el tipo mínimo en Sociedades apenas afectaría a algo más de 1.000 empresas, limitando su capacidad recaudatoria a unos 400 millones de euros al año.

De hecho, la ministra quiso dejar claro que habrá cambios en este sentido, al considerar que el gran problema de este tributo son los denominados créditos fiscales, que permiten a las compañías pagar menos impuestos por las pérdidas de ejercicios pasados. Criticó también la ola de deducciones y bonificaciones fiscales que han convertido al impuesto de Sociedades en un «queso gruyere» que ha mermado al máximo su capacidad de recaudación.

En este sentido, el Ejecutivo espera nuevas modificaciones en Sociedades para la próxima reforma fiscal que se empezará a tramitar tras recibir las recomendaciones de los expertos el próximo mes de febrero.