Dos de cada cinco familias ya recorta su gasto medio en un 10%

Con una inflación todavía desbocada al 10,5% en agosto, muchos hogares se han visto obligados a cambiar sus hábitos de consumo, con el objetivo de reducir determinadas partidas de su presupuesto y poder asumir el alza de los precios de la energía.

Esta una tendencia que el Banco de España lleva observando desde hace meses, especialmente en los hogares de menores rentas y, sobre todo, en los denominados bienes duraderos, que suelen verse más afectados ante episodios de incertidumbre, deterioro en la posición patrimonial de las familias o de reducciones de su poder adquisitivo.

Y eso es precisamente lo que está pasando en el sector del gran consumo. Según un estudio de Kantar publicado este martes, dos de cada cinco hogares españoles ya han recortado su gasto medio en un 10% respecto a hace un año.

El cambio de hábitos no compete solo a una mayor apuesta por las marcas blancas en el supermercado o a la reducción del número de productos con los que se rellena el carrito de la compra. El informe de Kantar también apunta a que se ha registrado una notable reducción en el nivel de desperdicios, que ha descendido un 12,3% respecto al año anterior.

Del mismo modo, apuntan a la simplificación de menús, incrementando el número de comidas con un plato único que, a cierre del primer semestre, representaba un 52,4% del total.

Esta misma semana, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, llamaba la atención sobre la necesidad de ofrecer alimentos de calidad a las familias más vulnerables. «En nuestro país, la tasa de obesidad infantil es el doble entre las familias más pobres que las más ricas. Cuando hay dificultades económicas, se tiende a dejar de lado patrones saludables», indicó.

Sus palabras llegaban tras la reunión mantenida junto a la vicepresidenta Yolanda Díaz con los grandes distribuidores, a los que se ha propuesto la elaboración de cestas básicas de la compra con precios congelados al menos hasta después de Navidad.

El sector no ve útil la medida y asegura que está haciendo un ingente esfuerzo en márgenes para evitar trasladar todo el impacto del de la inflación al consumidor final. Los datos que manejan, y con los que coincide el estudio de Kantar, apuntan, de hecho, en esa dirección. En concreto, y según la firma, el 80% de las categorías de gran consumo han aumentado el precio medio por debajo del nivel del IPC −un 60% en el caso de los productos−. Eso sí, el 20% de las categorías sí ha crecido por encima del IPC. Asimismo, el 4% ha mantenido o reducido sus precios frente al año anterior, según el informe.