ZOI, del invernadero al mercado europeo sin intermediarios
La empresa almeriense aplica un método de trabajo innovador que le permite manipular los productos en el propio campo y enviarlos a destino en un solo día con toda su frescura
E. FREIRE
Domingo, 23 de abril 2017, 00:39
Los hermanos Salinas Clemente decidieron invertir en la producción y comercialización de productos agrícolas en 2013 para diversificar su actividad empresarial, que había estado centrada ... en la promoción inmobiliaria. Adelina (arquitecta), Francisco (ingeniero industrial) y Antonio (economista) habían empezado con un estudio de ingeniería y arquitectura y fueron ampliando su negocio con un supermercado, una constructora, la promoción residencial en el área metropolitana de Almería y la explotación de un apartahotel y de apartamentos turísticos en Cabo de Gata y San José. La decisión de sumar otra línea de actividad dentro del pujante sector de la agricultura intensiva almeriense fue un acierto a la vista del crecimiento exponencial de ZOI.
Esta empresa de productos hortofrutícolas, que ha llegado este año a su cuarta campaña, cuenta con 55 hectáreas de invernaderos en Pechina, en tierras de la familia, y proyecta desarrollar nuevas fincas. «Tenemos superficie para triplicar la actual y demanda para aumentar mucho nuestro volumen de comercialización, pero la Administración va más lenta que las empresas», señala Adelina Salinas.
ZOI comercializa al año cinco millones de kilos de pimientos de la variedad California y otros cinco millones de tomate en rama, sus dos especialidades. También trabaja el calabacín y algunos productos a demanda y cuenta con un departamento de I+D para probar nuevas plantaciones y variedades.
«Nosotros nos diferenciamos de la gran mayoría de productores porque hemos desarrollado un sistema innovador, que nos permite saltarnos a la mayoría de los intermediarios que intervienen en este negocio tradicionalmente. Cortamos el producto a pedido y manipulamos directamente en el campo. Nuestros trabajadores limpian y envasan y nuestros equipos de calidad comprueban in situ la calidad y los calibres. Cada trabajador tiene un identificador para seguir la trazabilidad del producto en todo el proceso. Desde la planta a la cámara pasan solo 45 minutos y ese mismo día el pedido sale rumbo a su destino. Ganamos mucho en calidad y frescura», explica la empresaria.
ZOI es también comercializadora y exporta fuera de España toda su producción. Sus mercados principales son Inglaterra, Alemania y Polonia, aunque llega a casi toda Europa.
Su infraestructura de recogida de agua pluvial, con 2,5 hectáreas destinadas a balsas, en las que almacena hasta 120 millones de litros al año, permite a esta compañía regar la mitad de la cosecha con agua de lluvia en una zona escasa de recursos hídricos.
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