Mayoral, Fujitsu, Dcoop, Maskom, Unicaja... así ha afectado el apagón a las grandes empresas malagueñas

El mayor impacto se lo han llevado los dos gigantes de la industria cárnica , Famadesa y Faccsa Prolongo, que vieron paralizada su actividad durante más de doce horas y, además, se vieron obligadas a desechar cerdos sacrificados que no fueron capaces de procesar. No fue hasta la madrugada de ayer cuando pudieron retomar la producción.

En el complejo logístico de Mayoral se paró la actividad poco antes de la hora de comer «por motivos de seguridad aunque contamos con generadores en nuestros centros», indican sus portavoces. Las tiendas de la firma de moda infantil malagueña también cerraron, siguiendo las indicaciones de los centros comerciales en los que la mayoría están ubicadas. «La actividad del día de hoy martes se ha retomado con normalidad».

Otra de las principales industrias de la ciudad, Denso Ten España (antigua Fujitsu), tuvo que parar todas sus líneas de producción y se pidió al personal que volviera a casa antes del fin del turno «porque no se podía reanudar la producción de forma ordenada en el tiempo que quedaba», explica la directora de la planta malagueña, Blanca Hermana Se cancelaron también el turno de tarde y el de noche y se quedó un retén de asuntos generales y mantenimiento. «La electricidad volvió cerca de las tres de la madrugada y se ha reanudado la producción a media mañana, después de sacar el producto en curso afectado. Los servidores se han mantenido sin corte gracias a los grupos electrógenos y eso ha ayudado a reanudar con facilidad y sin fallos», añade. «El impacto es grande en horas y en materiales pero no afectará a entrega de clientes», concluye la CEO de Denso Ten España.

Dcoop también tuvo que parar la producción de sus distintas plantas de envasado y elaboración. «Más que pérdida de producto ha sido pérdida de producción porque la gran mayoría de productos no son perecederos, salvo la leche. Se está restableciendo la normalidad; ahora hay que recuperar las horas», explican sus portavoces.

Maskom estuvo también entre las empresas que mayores desafíos afrontaron ayer, ya que tuvo que hacer frente a la vez a los problemas ocasionados por el apagón -la falta de electricidad, que obligó a cerrar algunos supermercados que no contaban con generador, y los problemas de comunicación- y a la avalancha de clientes queriendo hacer acopio de agua embotellada, panes, bolleria y conservas. La cadena de supermercados malagueña afrontó un día «muy difícil», según su director general, Sergio Cuberos, y ayer todo su personal trabajó intensamente para reponer mercancías con la idea de que hoy se recobre plenamente la normalidad en todas sus tiendas.

La que tuvo suerte fue la cementera de La Araña, Votorantim, que podría haberse visto gravemente afectada por el apagón, pero dio la casualidad de que su horno estaba apagado por labores de mantenimiento.

En Málaga TechPark, las oficinas se vaciaron de trabajadores antes de la hora de comer y los empleados volvieron a sus casas, donde algunos pudieron seguir trabajando en remoto y otros no. No se registraron incidencias, salvo los habituales atascos agravados por el apagón.

Por su parte, Unicaja procedió el lunes, como el resto de entidades bancarias, a cerrar sus sucursales y sus cajeros automáticos quedaron fuera de servicio a raíz del corte de suministro. En cambio, el servicio de banca digital siguió funcionando. Ayer a primera hora se había vuelto a la plena normalidad.