Inteligencia artificial con sello malagueño

«La verdad es que no he parado y ahora tengo ganas de volver a casa», afirma este empresario malagueño, que ha prosperado en La Rioja con una tecnología que acaba de ser premiada por el Ministerio de Energía a través de su Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). Se trata de una solución informática que seduce a bancos y aseguradoras, orientada a resolver el problema del incremento del fraude en reclamaciones y en las transacciones de pago y, a medio plazo, detectar y prevenir nuevas amenazas.

Él y su socio, Xavier Capellades, recogían hace unos días el galardón al que optaban otras 57 candidaturas de toda España. El proyecto está basado en el motor de inteligencia artificial ideado por el propio Julio Alfaro y que cristalizó en Techvolucion, una división propia dentro de Formavolución, la compañía que fundó hace ya unos años en Logroño y que se ha convertido en un referente del sector en la región.

«La empresa nació como un proyecto para ayudar al ser humano a realizar procesos de aprendizaje con éxito», apunta este empresario. Durante un tiempo, todas sus ganancias las destinó al desarrollo de este innovador motor tecnológico. Fueron cerca de año y medio y muchos miles de euros los que Julio Alfaro invirtió en su idea, que finalmente daría lugar al desarrollo y comercialización de varias aplicaciones en el terreno del 'software', incluidos un detector de marcas de automóviles y matrículas que se ha vendido hasta en Brasil u otro para la evaluación de habilidades y competencias laborales, entre otros.

Sus servicios han sido requeridos por administraciones públicas y empresas de diversos sectores, desde los recursos humanos al ámbito educacional. La herramienta por la que recibieron el premio del Incibe les puede abrir camino en la industria financiera. «Dos bancos y dos aseguradoras ya están tratando con nosotros para introducirlo», explica el responsable de Techvolucion, que se hace eco de un estudio reciente según el cual se pierden entre 8.000 y 12.000 millones de euros al año en Europa debido a las reclamaciones fraudulentas, que pueden suponer entre un 5% y un 10% de las indemnizaciones abonadas. Su aplicación se basa en «herramientas de modelos predictivos que analizan siniestros fraudulentos históricos e identifican criterios para predecir otros nuevos».

Proyecto en Málaga

La última aventura de Julio Alfaro podría llevarle de vuelta a su tierra. «Me paso nueve meses al año en Logroño y tres en Málaga. Me estoy acercando a los 50 años y quiero que empiece a ser al revés», relata este profesional de espíritu inquieto, que desde los 13 años no ha dejado de sacar en Semana Santa el trono de Jesús de la Puente del Cedrón (Hermandad de la Paloma).

Su regreso podría confirmarse en pocas semanas, una vez cierren un importante contrato que pasa por utilizar su modelo de tecnología predictiva para medir el nivel de satisfacción de los clientes. Se trata de una aplicación que ha despertado el interés de una multinacional especializada en 'softwares' de soporte para asesoramiento o gestión de recursos humanos. «Lo queremos desarrollar en Málaga. Al principio tendremos que contar con una o dos personas, pero puede que sean más en el futuro, hasta llegar a seis», comenta Julio Alfaro, que agrega que están en conversaciones ya muy avanzadas con responsables de Promálaga para cerrar su desembarco en la capital de la Costa del Sol.