Astroshop, un negocio cerca de las estrellas

Once año después, su proyecto no solo sobrevive, sino que forma parte de uno de los grupos líderes en distribución de este sector en Europa y en el mundo. «He llegado a vender artículos hasta en Japón», comenta este empresario y experto en astronomía, conocido también en el mundillo por su faceta como bloguero y divulgador.

Astroshop, que desde hace dos años opera como delegación del grupo alemán del mismo nombre (que cuenta también con oficinas en Francia y prevé una próxima en Reino Unido), inició su andadura comoTelescoshop en Alhaurín de la Torre. «Por aquel entonces, en Andalucía no había nada parecido. Solo había tiendas en Cataluña y en Madrid», apunta Carlos Malagón, quien desde el primer momento se planteó una estrategia clara: ofrecer un buen servicio al cliente, aún a costa de que las ventas tardaran en arrancar. «Sabía que el perfil del cliente de astronomía es el de alguien muy fiel, que le cuesta cambiar. Pero una vez que lo tienes va a confiar en ti. Yo sigo teniendo muchos clientes con los que empecé en 2005», relata.

Su crecimiento coincidió con los peores años de la crisis. Mientras sus competidores, que manejaban grandes volúmenes, no hacían más que perder ventas, su compañía incrementaba poco a poco su facturación. Fue, además, la época del primer boom del comercio electrónico y no todas las tiendas supieron aprovecharlo. Hoy, Astroshop concentra buena parte de su negocio en la venta on line, aunque sigue contando con muchos compradores a los que no les importa desplazarse desde varias ciudades.

Con un acumulado de más de cien mil clientes y numerosas referencias, que incluyen telescopios de todos los modelos y tamaños, observatorios, prismáticos, cámaras, lentes y accesorios, la empresa fundada por este malagueño de 47 años ha asistido en primera línea a un cambio en el negocio. Hoy, sus principales competidores no están en Cataluña ni en Madrid, sino en la red. «Nuestra competencia ahora sobre todo es Amazon. Nosotros ofrecemos sus mismos precios, pero con el valor añadido de un asesoramiento especializado», subraya.

Fue hace un par de años cuando el grupo Astroshop contactó con él para integrarlo en su red. La alianza vino a reforzar su prestigio, al pasar a formar parte de una marca de referencia para astrónomos amateurs y profesionales. Sus servicios, por ejemplo, son habitualmente solicitados para el montaje de planetarios y observatorios de carácter científico o educativo en diversos países.

Observatorio propio

Sin embargo, su emplazamiento no ha cambiado. «El lugar donde estés da un poco igual, porque el cliente siempre va a buscarte.Lo fundamental es que estés bien ubicado». En sus instalaciones en el polígono industrial de Alhaurín de la Torre cuenta incluso con su propio observatorio desde donde vislumbrar el cielo.

Carlos Malagón recalca el potencial de España y, especialmente, de Málaga en el ámbito del turismo astronómico. «Cada vez más gente se da cuenta del impacto que puede suponer. Aquí tenemos más de 200 días despejados al año, muchos más que en Francia o Inglaterra, donde hay más afición», explica. De hecho, muchos de sus clientes son personas de esos países que tienen su residencia en la Costa del Sol.

Malagón enmarca dentro de ese interés creciente por el cielo del sector turístico las noches de observación en el Torcal de Antequera, el ciclo de charlas del Teleférico de Benalmádena o las peticiones de presupuesto que recibe por parte de complejos y alojamientos rurales que quieren montar su propio telescopio para sus huéspedes.