Los concesionarios reabren, aunque dos tercios de sus plantillas seguirán en ERTE

El de los concesionarios es uno de los negocios más perjudicados por el confinamiento decretado a mediados de marzo porque, como ocurre en otros sectores como la hostelería o el turismo, si no se levanta una persiana, no pueden funcionar. Sin embargo, la vuelta a la actividad será a medias. De los 2.150 concesionarios que puedan abrir (incluso aunque tengan más de 400 metros cuadrados), lo harán con una tercera parte de su plantilla habitual: unos 42.000 empleados más otros 10.000 que ya estaban prestando servicios de urgencia en talleres. Pero el otro 67%  restante seguirá sometido al ERTE.

De los 161.000 trabajadores de esta red, unos 110.000 profesionales se mantendrán en sus casas cobrando el paro. Y lo harán a la espera de que la actividad vaya recuperando una normalidad que en ningún caso será como la que dejaron en marzo.

Los primeros días –siempre con cita previa– estarán marcados por el cierre de las operaciones que se quedaron sin materializar después de que el Gobierno decretara el estado de alarma el 14 de marzo. La patronal (Faconauto) estima que hay pendientes unas 35.000 unidades por matricular. Se trata de vehículos que ya fueron reservados en su momento por los compradores (particulares, empresas o rent-a-car), pero que no han podido ser registrados por la paralización de todo tipo de trámites y la imposibilidad de entregarlos.

Cuando todos esos vehículos sean matriculados en los próximos días se registrará un aumento de las ventas, que será ficticio con respecto a la realidad a la que se enfrenta el sector. El ritmo de matriculaciones contabilizadas hasta marzo fue de 218.705 unidades, un 31% menos que en el mismo periodo de 2019.

Tras dos meses confinados y ante el deterioro de la situación por la que pueden atravesar muchas familias inmersas en ERTE o directamente impactadas por despidos laborales o reducciones de salario, las expectativas de la automoción se desvanecen. Desde la patronal de fabricantes (Anfac) ya anticipan que no será hasta después del verano cuando el ritmo de producción de las diez fábricas que hay en España recupere una cierta normalidad. En parte, esa fabricación dependerá de cómo se comporte la demanda nacional, de la que se prevé una caída del 45% con respecto a las 1.258.260 ventas de 2019.

Más allá de la situación económica por la que atraviese cada comprador, quienes se acerquen estos días a un concesionario verán cómo ha cambiado parte de su aspecto físico, así como su funcionamiento. Faconauto ha creado el sello distintivo 'Concesionario protegido frente al Covid-19', una certificación que cada establecimiento puede solicitar a través de un proceso de formación, validación y verificación, y adquiriendo así, el compromiso de adoptar las medidas necesarias en sus instalaciones y vehículos para generar confianza y seguridad a sus clientes y empleados. El distintivo será emitido por Faconauto y contará con el asesoramiento técnico de TÜV SÜD. La base del proceso es el 'Protocolo de Protección y Prevención' que fue elaborado, además de por Faconauto, por Anfac, Sernauto, UGT y CC OO, con la supervisión del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y la de Sanidad.

Los concesionarios abordarán la seguridad en los procesos en las operaciones de venta y reparación, que se someterán a examen frente a la amenaza del virus, en lo relativo especialmente a los vehículos de muestra, por donde pueden pasar numerosos clientes cada día. Además, se higienizarán las instalaciones y, como en otros muchos sectores de venta al público, el uso de guantes, mascarillas y geles hidroalcohólicos, así como guardar las distancias de seguridad, será la norma.