Unicaja anuncia un reparto récord de beneficios en la cuenta atrás para absorber Liberbank

Ambas entidades esperan tener finalizado a finales de febrero el acuerdo que llevarán a sus juntas de accionistas, de forma que el proceso que daría lugar al sexto banco del país por activos podría estar cerrado en el primer semestre. Los dos bancos, con unos beneficios conjuntos de 263 millones de euros –recientemente Liberbank anunciaba tras salir de pérdidas un resultado de 110 millones y un reparto de beneficios del 20 por ciento–, no escaparon ayer de la tendencia bajista en la cotización del sector financiero, donde sin embargo registraron las caídas más leves. Unicaja cerró con un retroceso del 0,05%, tras subir un 1,1% en la apertura y su acción se cerraba en un euro mientras que en caso de Lilberbank su valor mantuvo el precio inicial en los 0,42 euros por título. Se trata de un escenario muy diferente a cuando, a mediados de diciembre, el mercado recibió con fuertes subidas –un 15% en el caso de Unicaja y un 13% en el de Liberbank– el anuncio oficial de contactos a la CNMV para la fusión. Ambas entidades han acelerado en la recta final del año los deberes para la reducción en sus créditos morosos, inmuebles adjudicados y participaciones, avances que ya se reflejan en las cuentas de 2018, que se tomarán como referencia para radiografiar la situación de cada entidad. Mediobanca, en el caso de Unicaja, y Deutsche Bank por Liberbank, realizan actualmente las auditorías de compra –due diligence– previas a la integración, un proceso clave para fijar el valor real cara a la ecuación de canje de acciones después de que ambos bancos optaran por posponer la ampliación de capital como fórmula para captar recursos con los que afrontar los costes de integración, estimados en unos 500 millones. Entre ellos, la reducción de plantilla en ambas entidades supone el capítulo más relevante. Al finalizar el año Unicaja contaba con 6.920 empleados, un 4% menos y 1.153 oficinas, (6%). Liberbank redujo un 8,2% su plantilla y un 12% las sucursales, quedando con 3.798 empleados y 679 oficinas.

El resultado de la doble auditoría será fundamental en el reparto de poder en la futura entidad resultante, cuya sede en Málaga es un aspecto irrenunciable para el banco que preside Manuel Azuaga dada su mayor aportación al proyecto. Sin embargo, el reflejo final de uno y otro banco en él y el margen dentro de del 60% y 40% que se dibuja para el banco malagueño y el asturiano, en función de sus activos, sigue siendo una incógnita.

El volumen de recursos administrados del grupo Unicaja Banco creció en 2018 un 2,1% hasta los 57.507 millones, mientras que el de Liberbank lo hizo en un 10,6% hasta los 39.227 millones. Unicaja subraya que ese aumento se produce «en un año difícil para la gestión de los recursos dada la negativa evolución de los mercados financieros y sus efectos sobre la valoración de los patrimonios bajo gestión». La rentabilidad de Unicaja en relación a fondos propios (ROE) alcanzó el 4%, frente al 4,1% de 2017 en tanto que la de Liberbank se situó en el 3,8%.

La entidad malagueña atribuye el beneficio de 153 millones al aumento del margen de intereses, la disminución de los gastos de explotación, así como una «importante y recurrente» reducción de las necesidades de saneamientos. Así, el margen de intereses creció el 3,1% mientras que un 2,4% lo hicieron los ingresos por comisiones (en total, 820 millones) mientras que los gastos de explotación se redujeron en un 2,2 %. La morosidad pasó del 8,7% al 6,7% en un año en el que los nuevos créditos alcanzaron los 3.248 millones de euros, con un aumento del 21% en pymes y particulares. Los créditos a grandes empresas y administraciones públicas sumaron 965 millones de euros.

La captación de recursos de clientes se produjo principalmente a través de seguros de ahorro y cuentas a la vista. Al igual que con el objetivo de reparto de dividendos, el banco que preside Manuel Azuaga destaca el objetivo cumplido, dos años antes de lo inicialmente previsto, en la reducción de activos no productivos:créditos morosos e inmuebles adjudicados. Así, bajaron en un 21,7% (995 millones de euros), con un descenso del 29% en el primer caso y del 11,2% en el capítulo inmobiliario. De esta forma, el saldo de activos no productivos se situó al cierre del año en 1.533 millones, lo que representa un 2,7% de los activos del grupo. La necesidad de menores saneamientos –147 millones, un 23% menos– contribuyó a mejorar la solvencia, destaca el banco. Así, a diciembre de 2018, Unicaja presentaba una ratio de capitalización de primer nivel –el denominado CET 1– del 15,4%, y de capital total del 15,7 %, lo que le sitúa entre los más destacados del sector en este indicador tras unas mejoras anuales que supone un avance de 0,9 y 0,6 puntos respectivamente.

Unicaja Banco destaca por otra parte, entre los logros de su plan de digitalización en marcha, el aumento de clientes digitales, que ya representan cerca de un 30% del total, aproximadamente un millón. Actualmente, del conjunto de las transacciones y consultas de la clientela, el 67% se hace a través de banca electrónica, el 22% en oficinas y el 11% por cajeros automáticos.