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Clientes en el mostrador de una entidad bancaria. RC
Los bancos se aferran a las comisiones para sostener el negocio con tipos en mínimos

Los bancos se aferran a las comisiones para sostener el negocio con tipos en mínimos

Exigen más vinculación a cambio de no aplicar unas tasas que se han duplicado en una década mientras extienden el cobro por los depósitos

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Domingo, 2 de febrero 2020, 00:38

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Quien no haya encontrado en su cuenta bancaria un cargo inesperado por una comisión que resulta tan novedosa como llamativa es ya casi un 'rara avis' entre los clientes de cualquier banco. Ese apunte siempre es susceptible de acuerdo con el director de la sucursal. Y en muchas ocasiones la entidad accede a retirarlo tras una dura negociación. Pero de primeras, la banca lo aplica. No se trata de ningún engaño, pero sí revela la necesidad que tiene todo el sector para encontrar una fuente de ingresos que, por ahora, no le llega con los intereses de los préstamos; el BCE mantiene en mínimos el precio oficial del dinero en el 0%, y así seguirá a medio plazo. Las comisiones se han convertido en una de las palancas con las que cuentan las entidades para cuadrar sus cuentas, aunque sea a costa del cliente.

Con los resultados de 2019 de la mayor parte de las corporaciones sobre la mesa, se confirma esta realidad. El año pasado, los bancos ingresaron más de 10.300 millones de euros en comisiones netas (las que cobran menos los gastos asociados). Es prácticamente la misma cifra que la acumulada en 2018, con la diferencia de que ni Kutxabank ni Ibercaja han presentado aún los datos del último trimestre, con lo que el importe final acumulado del sector se elevará. En cualquier caso, esta partida de la cuenta de resultados se ha disparado casi un 50% con respecto a uno de los peores años de la crisis, en 2011. Fue en aquel momento cuando el sector aceleró su reconversión con las fusiones de las cajas y los procesos de reestructuración corporativa.

El sector augura que todos los servicios que ofrece son susceptibles de llevar anexo algún coste

Política comercial

El proceso es imparable. «El incremento en el cobro de las comisiones es inevitable», explica Jordi Fabregat, profesor del departamento de Economía y Finanzas de ESADE. «Los bancos siguen buscando ingresos por todos lados», apunta. Y, al mismo tiempo, advierte: «Todos los servicios de los que hagamos uso en un banco pueden estar sujetos a una comisión». En ese mismo sentido se expresa Nuno Fernandes, profesor de Dirección Financiera del IESE. «Disponemos como clientes de muchos servicios por los que no pagábamos, algo a lo que estábamos acostumbrados, pero ahora eso cambiará», explica.

En fondos, seguros y planes

Las políticas comerciales de cada entidad difieren por tipos de clientes, segmentos a los que se dirigen, territorios en los que operan o características de sus balances. Pero, en general, no se trata tanto de incrementar las comisiones por las operaciones del día a día, sino por lo que en el sector denominan como «las que generan valor». Esto es, las tasas que se cobran a la hora de gestionar un fondo de inversión, un plan de pensiones, un seguro de ahorro u otro similar, las posiciones en el mercado bursátil, las de productos de inversión... En este caso, Juan Abellán, profesor del Máster Financiero y Banca Digital del IEB, explica que «con estas comisiones el banco puede obtener un margen de hasta el 35%». La experiencia de cualquier ciudadano con su entidad pasa casi siempre por el ofrecimiento a hacerse un seguro: 'Contrate uno de vida', 'Hágase con el de decesos', 'Opte por el de salud privado', 'Nuestro seguro de coches es el mejor'...

Las tasas en fondos de inversión, planes o seguros son los más rentables para las cuentas de la banca

Productos

La venta de seguros es un filón para la banca. «Es una de las estrategias más rentables», admite Juan Abellán. Y más aún en un sector cuya transformación digital hace posible informarse, contratar y gestionar estos productos a través de internet, sin la necesidad del histórico agente o corredor de seguros.

El negocio de las comisiones es tan jugoso que todo lo que los bancos obtienen con esta estrategia es mucho más que lo que les rentan los créditos a corto plazo. Cuando un cliente va a pedir una hipoteca, analiza hasta el detalle el interés (el TAE), pero en muchas ocasiones obvia el coste de todos los productos que la entidad le insta a contratar para obtener un precio más reducido:seguros, inversiones, planes... con sus correspondientes comisiones anuales o de gestión.

La clave se encuentra en el grado de relación que se tenga con la entidad. Aunque de primeras un banco puede aplicar un coste asociado a un servicio (desde el ingreso en ventanilla hasta la gestión de valores), si tiene contratados otros muchos productos con el banco y sabe negociar con la oficina, posiblemente consiga que se la retiren.

Pagar por ahorrar

Incluso son esas comisiones las que ya están provocando que los depósitos tradicionales y cuentas de ahorro le cuesten dinero a los titulares de esos productos. La razón se encuentra en que ante la mínima remuneración que obtienen por esos productos, los cargos asociados a comisiones derivan en una rentabilidad negativa (TAE). Hasta el pasado mes de noviembre, el interés medio de los depósitos particulares era del 0,03%, el mismo mínimo desde hace dos años, según el Banco de España. Si a esa remuneración se le restan los gastos por mantenimiento, el rendimiento neto del producto ya sale negativo.

Con un interés medio del 0,03%, el gasto por mantenimiento implica un coste para este producto

Depósitos

En el caso de las empresas, las estadísticas muestran que desde hace un año la banca obliga a las compañías a pagarle por sus cuentas de ahorro, generalmente ligadas a la tesorería del negocio. El interés negativo medio es del -0,08%. E incluso para los depósitos corporativos a más de un año vista, su TAE se va a acercando poco a poco al suelo del 0%, que podría convertirse en negativo en cualquiera de estos meses, ante el mantenimiento de los tipos en mínimos en el BCE.

Aunque ninguna entidad se atreve a dar el primer paso para cobrar por los depósitos a los particulares, sí lo están haciendo cada vez con más ímpetu entre las empresas. En algunos casos, se dirigen hacia los clientes institucionales, grandes patrimonios o firmas de gestión que mueven elevadas cantidades de dinero. Aunque poco a poco van descendiendo de nivel. Todo dependerá de la estrategia del BCE.

La rentabilidad del sector, en el punto de mira

El incremento de los ingresos por comisiones aplicadas a todos sus servicios no solo son una palanca para que las entidades consigan cuadrar sus cuentas. También constituyen un pilar fundamental para las corporaciones financieras españolas, vigiladas muy de cerca por las instituciones, pero sobre todo por los inversores, en cuanto a su rentabilidad. Los últimos datos conjuntos de todo el sistema (aún no todos los bancos han presentado resultados), muestran cómo los bancos han visto caer su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) al 7,12% a finales de septiembre pasado, desde el 8,17% previo, con el aumento de los saneamientos, mientras que reforzaron la hucha de capital y mejoraron en eficiencia.

Se trata del menor ratio de rentabilidad desde el 6,96% contabilizado al cierre de 2007 y coincide con una caída interanual del beneficio sectorial del 16,3%, hasta los 14.775 millones de euros, por dicha mayor carga de provisiones. Los expertos ya esperaban, de hecho, que la banca registrara en 2019 su primer descenso de beneficio desde el año 2012, después de que los grandes bancos hayan anunciado millonarios saneamientos extraordinarios. Así ha sido: entre las seis grandes firmas han ganado 13.600 millones, un 18,5% menos que en el ejercicio previo.

La cuestión preocupa a los reguladores hasta el punto de que el Banco de España ha realizado sus propios cálculos. Así, las entidades españolas tendrían que elevar su beneficio conjunto en unos 2.300 millones de euros anuales para alcanzar los nuevos niveles de rentabilidad que exige el mercado y dejar atrás un periodo en el que su cotización, salvo algunas excepciones, apenas alcanza la mitad de su valor en libros.

Para el regulador, el coste del capital (el retorno que esperan los inversores) se encuentra en el 7%, frente a registros que llegaron al8% y el 10% en otras épocas. Pero con los beneficios acutales, el ROE apenas superaría el entorno del 6%. Para alcanzar el objetivo, deberían incrementar sus beneficios de forma notable, algo que, por ahora, no tiene visos de ocurrir.

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