«La producción de leche de cabra ha caído a la mitad por la lengua azul»
El responsable de la organización agraria pide a las administraciones que impulsen la desaladora axárquica
Francisco Moscoso es el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Málaga desde mayo de 2016. Este agricultor de Cuevas de San ... Marcos es socio de la entidad agrícola desde 1996. Con varios cargos desde 1998, es también el vicesecretario de organización agraria en Andalucía. A sus 60 años, tras completar la formación básica, se ha dedicado toda su vida al sector del olivar en su municipio natal.
-¿Cómo está la situación del sector agrícola, en general, por las distintas zonas en la provincia?
-Este año hidrológico ha llovido bien, después de unos años de dura sequía. Las aguas nunca son malas, pero sí es verdad que han sido torrenciales en varias zonas y han provocado daños. No estamos de acuerdo en cómo se han articulado las ayudas, porque se exige que haya un 30% de daños por cada explotación y por eso se van a quedar muchos agricultores sin cobrar, además de que sólo se van a abonar los daños en los árboles, no en las conducciones de riego y en otras infraestructuras que son básicas para el campo. Así es como están estipulados los criterios de la Unión Europea, pero pensamos que tendrían que haberse enfocado de otra forma para llegar a más agricultores afectados.
«Las vacunas duran un año y hay que combinarlas con repelentes que hay que comprar»
-¿Cómo han afectado las lluvias a los distintos cultivos?
-En la Axarquía las aguas han venido muy bien porque se han recuperado las plantaciones de mangos y las de aguacates que aún quedaban vivas. Respecto a las cosechas, en el caso del mango está empezando y se espera que sea buena, con cifras muy superiores a las de los últimos años, cuando cayó mucho por la sequía. Lo mismo pasará con el aguacate. La uva pasa moscatel y las viñas se han visto muy afectadas por el hongo 'mildiu', con caídas de hasta un 80% en algunas fincas, aunque la afectación ha sido muy desigual. En el Valle del Guadalhorce se espera una buena cosecha de limón y que no haya tantos problemas con los precios como en los años anteriores, porque parece que va a entrar menos fruta de fuera y eso es bueno para los agricultores. Desde UPA animamos a los agricultores a unirse para conseguir una mejor venta de los cítricos, y también pedimos a los consumidores y a los hosteleros que compren productos de Málaga siempre que puedan. Respecto al olivar, todavía es pronto para avanzar cifras de producción y aforos y esperamos que vengan las lluvias en otoño para que la cosecha sea buena. Además, hay muchas diferencias entre el olivar tradicional y el intensivo en regadío. El tradicional no puede competir en precios ni en volúmenes de producción.
-¿Cómo está la ganadería?
-Lo más grave está siendo la enfermedad de la lengua azul, que nos ha pillado desprevenidos. Han muerto ya más de 1.500 ovejas y cabras, sobre todo en el Valle del Guadalhorce, aunque también está afectando mucho a la zona de Ronda y algo menos a la Axarquía. Es una enfermedad que estaba latente y tenemos que acostumbrarnos a convivir. El problema ha sido que ya hay cuatro cepas y las vacunas que había estaban diseñadas solo para tres de ellas. La producción de leche de cabra malagueña se está viendo muy afectada, con una caída a la mitad por culpa de esta enfermedad de la lengua azul, que se transmite por la picadura de un mosquito a los animales, pero que no afecta al ser humano. Las administraciones tienen que seguir con las ayudas para poder vacunar y los laboratorios tienen que seguir avanzando en el diseño de las vacunas frente al nuevo serotipo. Las vacunas duran además un año y hay que combinarlas con repelentes que tienen que adquirir los ganaderos.
-¿Hay que seguir con las obras de infraestructuras para mejorar la disponibilidad de recursos hídricos en la provincia?
-Sí, sin duda, no podemos conformarnos porque este año haya llovido bien y los embalses se hayan recuperado. Necesitamos que haya más agilidad para los permisos para construir balsas de almacenamiento de agua. También hay que seguir apostando por las aguas regeneradas, como se ha hecho en la Axarquía, donde han servido para salvar miles de hectáreas de subtropicales. La desaladora en esta comarca también es vital y lamentablemente le dieron mucho 'boom' cuando la sequía azotaba, pero ahora no cuentan con nosotros para saber cómo van los trámites administrativos. Pedimos que se revisen las dotaciones de agua para las parcelas de olivar superintensivo, porque muchas están con concesiones para otros cultivos como el algodón o el maíz.
-¿Cómo afectarían los cambios en la Política Agraria Común?
-Estamos totalmente en contra de los cambios que están planeando a partir de 2027 de reducir las ayudas europeas al campo para destinar ese dinero a armamento para la OTAN. Eso se tiene que rectificar y se tienen que mantener las líneas fundamentales, con los ecoesquemas y las ayudas directas, no se pueden perder ni un euro de lo que tenemos actualmente.
-¿Hay relevo generacional en el campo malagueño?
-Está muy complicado, porque las ayudas para los jóvenes agricultores, tal y como están diseñadas, no llegan a todos los interesados. Por ejemplo, en el caso del olivar se exigen 22 hectáreas y no siempre se llega a esa cifra. Hemos pedido a las administraciones que se flexibilicen las condiciones para fomentar el relevo generacional y que se cree también un banco de tierras para fomentar el acceso a las fincas. También pedimos que se cree una mesa de los flujos migratorios para atender las demandas de mano de obra que hay en el campo porque hay muchas campañas en las que falta personal.
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