Premiados Agro SUR 2024: Apuesta por la excelencia en el sector primario

Desde la ciudad de los Dólmenes a cualquier punto del país. Grupo San Roque Antequera fabrica y distribuye por todo el país lo mejor de la gastronomía de esta localidad, ubicada en el centro geográfico de Andalucía.

Molletes, los piquitos, mantecados, polvorones y otras especialidades navideñas se pueden encontrar gracias a esta empresa familiar en lineales de supermercados o restaurantes.

Gracias a la experiencia de las generaciones anteriores, este grupo empresarial ha crecido y expandido su negocio con el respeto a las recetas centenarias de sus productos, pero apostando, al mismo tiempo, por la innovación, el empleo y la sostenibilidad. Hoy uno de sus lemas es el de tradición avanzada, en el que se puede resumir su filosofía.

En la actualidad, Grupo San Roque, está formado por cuatro marcas distintas: Mollete San Roque, Piquitos San Roque, La Antequerana Fábrica de Mantecados y Polvorones y La Antequerana Cafetería y Obrador.

Esta compañía, que tiene un origen centenario, puede presumir de haber sido uno de los principales impulsores de la Indicación Geográfica Protegida Mollete de Antequera, lo que ha servido para poner aún más en valor uno de sus productos estrella.

Esta empresa, dedicada a la distribución de aceites comestibles, fue fundada por Francisco Rodríguez Martín en 1947. Así se recuerda en su imagen corporativa, en la que se ve a un joven en una bicicleta repartiendo aceite.

Su expansión y crecimiento tuvo un gran impulso con el 'boom' turístico de los años sesenta. A partir de ahí, este negocio familiar dio saltos cualitativos y cuantitativos importantes, mejorando la gama de productos y aumentando su cartera de clientes, sobre todo en el sector de la hostelería de la Costa del Sol.

Hoy cuenta con unas amplias y modernas instalaciones en el polígono industrial de La Azucarera, desde donde distribuye a sus miles de clientes en la provincia de Málaga con una amplia red de vehículos para el reparto.

Su gama de productos se adapta a clientes muy distintos. Desde las monodosis o botellas irrellenables hasta las garrafas de 25 litros. O desde aceites de semillas hasta el AOVE Premium El Capricho del Niño. La variedad, la calidad y la atención al cliente han sido pilares del crecimiento de esta compañía en los últimos 77 años.

Desde los noventa, tiene implantado un sistema de gestión de calidad como compromiso para asegurar que sus productos satisfacen a las necesidades que demandan sus clientes. Faccsa, que tiene su sede en Cártama, lleva en su ADN la apuesta por la innovación para conseguir calidad, seguridad alimentaria y bienestar animal, entre otros objetivos.

Esta compañía, fundada en 1977, tiene entre sus objetivos producir de forma sostenible carne y productos cárnicos saludables para la alimentación humana a escala global. Esto es posible gracias a los controles que se realizan de las materias primas, procesos y producto final, cumpliendo todas las disposiciones legales en temas de calidad.

Además la empresa va implantando continuamente los más altos estándares en calidad y seguridad alimentaria que exigen sus clientes.

El esfuerzo por mejorar y la honestidad resumen buena parte de la filosofía de esta compañía malagueña, creada hace ya cuatro décadas. Eladio Rueda creó esta próspera empresa familiar con los cimientos, eso sí, que puso su padre, José Rueda. A partir de ahí, el crecimiento ha sido una constante en Frutas y Verduras Eladio, una firma comprometida no sólo con su propio desarrollo sino también con la sostenibilidad y la calidad de los productos que distribuye hoy en toda la provincia.

Cada año Frutas y Verduras Eladio mueve millones de kilos. Desde tomates, lechugas, zanahorias y patatas a todo tipo de frutas y hortalizas, tanto de proximidad y conocidas por todos, como alimentos exóticos que se van incorporando al catálogo de Eladio conforme su equipo va descubriéndolos, convirtiéndolos así en asesores de los chefs con los que colaboran.

Entre un mar de olivos, los pistachos también se han convertido en Archidona en un cultivo muy productivo. Hace ya casi medio siglo que a un ingeniero agrónomo de este municipio malagueño, José Aguilar, se le ocurrió recuperar el cultivo de este fruto seco, que fue introducido hace siglos, pero no terminó de expandirse.

Con lo que le permitieron sus ahorros, plantó en sus terrenos los primeros árboles de pistacho de Andalucía. De hecho, la empresa que fundó, Aguilar Explotaciones, puede presumir de ser pionera en la implantación de este cultivo de origen asiático no sólo en la región sino en España.