«Las normativas comunitarias están acabando con la pesca tradicional»
La patrona de Caleta de Vélez sostiene que no hay evidencias de que las poblaciones de algunas especies del Mediterráneo estén disminuyendo
A sus 46 años, María del Carmen Navas lleva ya seis al frente de la cofradía de pescadores del puerto de Caleta de Vélez como ... patrona mayor, un cargo que ya ocupó durante apenas un año en 2010. Desde el mes pasado es además vicepresidenta de la Federación Nacional de Cofradías, lo que compagina también con su puesto al frente de la federación provincial.
–¿Qué supone este nombramiento en un sector tradicionalmente muy masculinizado?
–Es un paso muy importante, para visibilizar el papel, cada vez más importante, que tenemos las mujeres en el sector de la pesca tradicional en España. El objetivo de esta nueva vicepresidencia es precisamente ése, el dar voz a las mujeres que estamos trabajando en esto. Es cierto que en los barcos suelen ser la mayoría hombres, pero cada vez hay más mujeres en labores en tierra.
–¿Qué proporción representan las mujeres en el sector?
–Todavía somos una minoría, pero algo más de actividad femenina se ve últimamente. Por ejemplo, en el puerto de Caleta, de 350 trabajadores, sólo hay dos mujeres a bordo de barcos. El mayor impedimento son las horas de trabajo y los horarios tan incompatibles con la vida personal y familiar. Por ejemplo, las que son madres de niños recién nacidos o en la guardería no pueden irse a faenar de madrugada. Tienen que optar por quedarse en tierra, haciendo otras labores administrativas para la embarcación.
–¿Cómo es la situación de la mujer en otras zonas de España?
–Es muy desigual, en Galicia, por ejemplo, hay muchas, porque se hace un marisqueo a pie, que requiere de mucha mano de obra y, tradicionalmente, lo han hecho en su mayoría las mujeres. En otras zonas del norte del país también hay muchas mujeres en trabajos como preparar las redes o embalar el pescado. A nivel andaluz hemos creado una asociación de mujeres, que tiene ya 260 socios, de todos los ámbitos profesionales vinculados a la pesca.
–¿Cuál es la situación general del sector con la pandemia?
–Evidentemente, nos ha afectado mucho en Málaga, porque dependemos de la hostelería y el turismo. Con los cierres perimetrales y de actividad se ha notado bastante la bajada de la demanda. Los cinco puertos de la provincia tuvieron un aumento del 4,3% en el volumen de las capturas, hasta las 8.218 toneladas, pero sus ventas bajaron de 22,9 a 20,4 millones. Y lo peor es que los costes de producción siguen siendo los mismos para las embarcaciones. Pero peor que el Covid-19, que esperemos que pase y nos vacunemos todos para ir normalizando la situación, son los nuevos reglamentos europeos.
–¿Cómo les afectan los cambios en las normativas comunitarias?
–Muchísimo, por ejemplo, al sector del arrastre, que es el que más aporta en ventas por la variedad de las capturas que realiza. En los últimos diez años se han perdido ocho barcos, que han sido desguazados, y ahora apenas quedan 36 en la provincia, de los que 17 están en la Caleta. Con el nuevo reglamento, se ha producido una reducción media del 15% en los días que pueden salir a faenar al año, y a este cantidad le han añadido otro 7,5% más, de manera que con los dos meses de la parada biológica, los arrastreros apenas pueden salir a faenar siete u ocho meses al año, y con esto no salen las cuentas para los armadores. Las normativas comunitarias están acabando con una pesca tan tradicional.
«Cada vez hay más mujeres en el sector, pero los horarios no son compatibles con la conciliación»
«No es una alternativa viable que permita suplir a la pesca extractiva en la provincia»
–¿Cuáles son las razones que dan los responsables públicos para adoptar estas medidas?
–Las leyes son política, no se basan totalmente en una realidad. Supuestamente, se basan en unos estudios científicos, con informes del año 2016, de que se ha reducido la población de algunas especies en el Mediterráneo, pero esto sólo afecta a las flotas de España, Italia y Francia, y mientras los otros países, como Marruecos, siguen pescando igual o incluso más, viniendo aquí incluso a comprar los barcos. El Mediterráneo es un mar semicerrado, y que yo sepa no hay muros ni nada de eso, el pescado se va moviendo de un lado para otro, si aquí no se pesca lo harán en Marruecos. Es una competencia desleal muy clara. Somos el eslabón más débil de la cadena.
–¿Han notado que haya menos capturas de algunas especies?
–Para nada, la pesca cambia siempre algo d e unos años para otros, pero en Málaga, todos los años, lo que más se pesca es la sardina y el boquerón, y las poblaciones están muy estables. Igual pasa con el atún rojo, ahora llevamos unos años que está habiendo muchísimos. Parece que los depredadores del mar somos nosotros y no se habla de otras cuestiones que creo que son importantes y que influyen mucho en el mar, como es la contaminación por la falta de las depuradoras, las especies invasoras como el alga asiática o la pesca recreativa, sobre la que no se ejerce ningún tipo de controles.
Medidas técnicas
–¿Se avecinan más cambios en las normativas europeas?
–Sí, el Ministerio nos ha dicho que quieren aplicar ya este año, antes de julio, las nuevas medidas técnicas en las redes de arrastre, con artes mucho más selectivas. Además, quieren que se pesque por zonas, y que haya especies que estén con vedas temporales. Cada día nos están poniendo más palos en las ruedas y más problemas. Somos un sector que en la provincia está compuesto por 250 barcos, repartidos en los cinco puertos, de Estepona, Marbella, Fuengirola, la capital y Caleta, dando empleo a unas 1.400 personas de manera directa.
–¿La acuicultura o cría de peces en cautividad puede ser una alternativa viable a la pesca tradicional extractiva en Málaga?
–No, en absoluto, apenas hay piscifactorías, sólo para la cría de mejillones, en Caleta y Benalmádena. No estamos en contra de este tipo de actividades, pero no pueden sustituir a la pesca tradicional, tanto el arrastre, como el cerco, como las artes menores, aportan un producto fresco, sano y natural, que se captura frente a nuestras costas y que los malagueños y turistas buscan y saben apreciar por su calidad y sabor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión