La Mayora participa en un proyecto europeo para revitalizar el cultivo de la higuera
Financiado con fondos europeos y con participación de varios países, los investigadores del IHSM se centran en el estudio genético, en busca de variedades más resistentes a la sequía
Junto con el olivo, es quizás el cultivo que más se asocie con el clima mediterráneo. La higuera ha acompañado a las diferentes civilizaciones que ... se han asentado a orillas de este mar. Se cree incluso que es una de las primeras plantas cultivadas por el hombre, antes que el trigo o la cebada. Muy resistente a las condiciones meteorológicas adversas, los científicos se han fijado en este ancestral frutal para potenciar su cultivo en un entorno de cambio climático.
El Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM), del CSIC y la Universidad de Málaga, es uno de los centros de investigación que participan en el proyecto Figgen ('Valorización de la diversidad de la higuera, un frutal ancestral para una agricultura mediterránea sostenible), financiado por la Unión Europea. Está coordinado desde la Universidad de Pisa y participan, en España, el IHSM, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura y universidades de Turquía y de Túnez.
Iñaki Hormaza, jefe de Fruticultura Subtropical de La Mayora, explica que el objetivo de este proyecto es mejorar la productividad de cultivos en la cuenca Mediterránea, en el caso concreto de la higuera. «En este contexto de cambio climático buscamos en diferentes países las variedades de higuera más tolerantes a la sequía y la salinidad del suelo», señala. En el caso concreto de La Mayora, su participación en este proyecto de tres años es determinar los genes que pueden estar asociados a esa mayor tolerancia.
Para Hormaza, se trata de un cultivo interesante, pero que se está perdiendo con el paso de los años y el despoblamiento de los pueblos. «Es muy resistente a los problemas del cambio climático, y se está perdiendo por este cambio cultural», dice, por lo que uno de los objetivos del proyecto es relanzar su cultivo. Sin olvidar las propiedades de su fruto, tanto en fresco como seco.
Pero al mismo tiempo ha sido un frutal que no ha llamado la atención de los científicos, por lo que no se ha avanzado en su mejora genética. El proyecto FIGGEN quiere contribuir en la selección de nuevas variedades que toleren múltiples estreses abióticos, mejorando la productividad, eficiencia y sostenibilidad de los sistemas agrícolas mediterráneos. Seleccionando los genotipos que mejor se adapten a las condiciones ambientales derivadas del cambio climático, se podrá contribuir a la mejora genética de esta especie, y asegurar así una producción de higos más sostenible en el futuro.
En total, se estudiarán 300 genotipos o variedades de higos procedentes de los bancos de germoplasma de higuera, entre ellos el Banco nacional de Cicytex, y cultivares locales ubicados en España, Turquía y Túnez. El centro de investigación extremeño cuenta con el Banco Nacional de Germoplasma de Higuera. En este banco están representadas la mayor parte de las variedades cultivadas en España para su conservación, mantenimiento y documentación. De cada una de las variedades de la colección, se realizan estudios desde el punto de vista morfológico y genético.
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