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Baldomero Bellido es el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Málaga desde 2014. Nacido en Antequera en 1964, este agricultor malagueño destaca ... que las lluvias del otoño han supuesto «un alivio», a pesar de los daños que han ocasionado en zonas del Valle del Guadalhorce y la Axarquía. No obstante, advierte que no se ha terminado la sequía, que sigue amenazando al sector agrícola malagueño, por lo que reclama que no se abandonen las actuaciones en infraestructuras hidráulicas pendientes en la provincia.
-¿Cómo está la situación del sector primario tras las lluvias?
-Las lluvias de este otoño han supuesto un alivio muy esperado para el sector primario, especialmente tras un periodo de sequía prolongada que ha llegado a poner en jaque a nuestros agricultores y ganaderos. En general han sido unas precipitaciones con repercusión positiva en términos generales, aunque en el Guadalhorce y Axarquía se han producido puntualmente los daños. Además, nos encontramos con la desagradable sorpresa de que el Gobierno incluyó en el listado publicado en el BOE sólo a una localidad de Málaga, excluyendo de poder acogerse a cualquier tipo de ayuda estatal a todas las localidades afectada por las DANAs de octubre y noviembre en nuestra provincia. Y en ello estamos trabajando, en reclamar la inclusión de todos nuestros municipios afectados.
-¿En qué cultivos hay daños?
-Los cultivos más afectados han sido los que estaban en fases sensibles de crecimiento, como los cítricos, los hortícolas, los frutales subtropicales y el olivar. En algunos casos, el exceso de agua ha causado asfixia radicular, pérdida de flores o daños estructurales en el suelo. No obstante, la mayoría de los cultivos podrán beneficiarse de esta agua acumulada de cara a la próxima campaña. Por otro lado, hay cultivos que se pueden ver afectados a consecuencia de los daños en infraestructuras como tuberías y pozos de riego. Si no actuamos con celeridad, el daño puede ser superior.
-¿Cómo está la ganadería?
-La ganadería también ha experimentado un respiro gracias al aumento de los pastos naturales, lo que reduce la necesidad de alimentación suplementaria, y, por tanto, desemboca en ahorro de costes. Sin embargo, las infraestructuras ganaderas en algunas explotaciones también se han visto afectadas por las lluvias intensas por inundación de algunas naves, además de la paja o el heno, la suplementación forrajera, se ha visto seriamente afectada en algunos casos. Es crucial que se agilicen las ayudas para garantizar la recuperación y, por ende, la continuidad de la producción.
-¿Qué supondrán para las cosechas estas precipitaciones?
-Las lluvias han sido buenas, pero no han acabado con la sequía. Si siguen cayendo lluvias, estas precipitaciones supondrán un cambio muy positivo para las cosechas de la próxima primavera y verano. El aumento de las reservas hídricas permitirá un mejor desarrollo de cultivos como el olivar, los cereales y los frutales. Además, la recarga de acuíferos da una mayor seguridad para las zonas de regadío, se incrementará el contenido de los embalses y se alejará elfantasma del decreto de sequía.
-¿Cree que hay que seguir con las obras de infraestructura para poder usar las aguas regeneradas y ejecutar las desaladoras?
-Absolutamente. La experiencia nos ha enseñado que no podemos depender únicamente de las lluvias ni vivir en base a obras de emergencias, es necesaria una planificación con presupuestos reales para que se puedan llevar a cabo. Pero no sólo en la Axarquía si no en toda la provincia de Málaga, porque no es entendible que estemos con cultivos de secano en determinadas comarcas y se siga tirando agua al mar. Es urgente avanzar en infraestructuras, como es el caso de las que potencian el uso de aguas regeneradas. La ejecución de la desaladora en la Axarquía lleva años siendo una prioridad pendiente. Además, esto debe ir acompañado de mejoras en la eficiencia de los sistemas de riego y la modernización de las redes de distribución para reducir pérdidas. El agua desalada y la procedente de los embalses ejerce un efecto multiplicador en la eficiencia del uso del agua regenerada.
-¿Cómo están los precios que se pagan a los agricultores?
-Es algo relativo, porque siempre dependerá de cada producto. Pero la situación, como hemos denunciado en reiteradas ocasiones, sigue siendo complicada. En muchos casos los precios en origen no compensan los costes de producción, que además se han incrementado significativamente por el aumento de los insumos como fertilizantes, energía y transporte. Otro problema añadido es la falta de mano de obra. Es vital que se tomen medidas reales para garantizar precios justos y evitar la pérdida de competitividad del sector. Por otro lado, nos encontramos constantemente con la espada de Damocles de los productos de terceros países que nos hacen competencia desleal al no producirse con las mismas condiciones y requisitos que aquí, y con posibles aranceles que dificultan la entrada de nuestros productos en países en los cuales ya existe un mercado establecido.
-¿Como afecta la nueva Política Agraria Comunitaria a Málaga?
-En Málaga, igual que en Andalucía, va a suponer una merma de los ingresos en los agricultores, pues de manera general se ve reducida la cantidad que recibe nuestra provincia. En cuanto a los requisitos de la nueva PAC, como veníamos denunciando, supone una vuelta de tuerca en cuanto a los compromisos y requisitos ambientales para ser receptores de ayudas. En resumen, mas requisitos por menos dinero.
-¿Hay relevo generacional?
-El relevo generacional sigue siendo uno de los mayores retos del sector. Aunque hay jóvenes interesados en incorporarse a la agricultura y ganadería, las dificultades de acceso a la tierra, la falta de financiación y la burocracia suponen importantes barreras a la hora de la incorporación. Desde ASAJA Málaga seguimos trabajando para facilitar la entrada de jóvenes, reclamando ayudas específicas y programas de formación que les permitan emprender con garantías de futuro. Si no se acomete de forma decidida el apoyo para garantizar la rentabilidad de las explotaciones, nos encontraremos con una agricultura sin agricultores y un despoblamiento sin retorno.
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