El agro malagueño muestra su compromiso con la sostenibilidad

El encuentro, titulado 'Energía renovable y sostenibilidad' ha contado con la participación de diferentes expertos en la materia, quienes han defendido la importancia de generar alimentos menos contaminantes y que requieran menos recursos naturales. Para ello, la utilización de energías renovables, la investigación y el uso de la tecnología se vuelven factores capitales. El encuentro ha sido moderado por el periodista Agustín Peláez.

Juan Fernández ha asegurado que el compromiso de las empresas con la sostenibilidad «es claro y evidente» y ha afirmado que el sector agroganadero hace mucho más de lo que se conoce. «Hay que resolver cómo seguimos produciendo sin mermar los recursos y que no haya un consumo exagerado de energía», se ha propuesto como reto.

Entrando en materia, el presidente de Claner, la asociación de Energías Renovables de Andalucía, Alfonso Vargas, ha explicado que este tipo de tecnología sostenible está cada vez más implantada tanto en agricultura como en ganadería, ya que su uso puede ser beneficioso para multitud de tareas, como el control del riego o de plagas. En la actualidad -ha apuntado- cuentan con más de 150 asociados, tanto privados como entidades públicas.

En referencia a la importancia de los avances tecnológicos, el responsable técnico de cultivos hortícolas y leñosos en España y Portugal de Syngenta, José María López, ha apuntado la necesidad de producir más con menos, tanto para reducir el consumo de recursos naturales como para dejar un mejor planeta a las generaciones futuras. En esta línea, y a modo de ejemplo, ha explicado que hace años se necesitaban 20 kilos de producto fitosanitario por hectárea para combatir algunas plagas, y que ahora se puede lograr con apenas dos gramos por hectárea. «Sygenta siempre se ha preocupado de avances tecnológicos que eliminan los problemas al agricultor», ha dicho.

El coordinador de Desarrollo Sostenible de Cajamar, Ramón Gil, ha detallado que para mejorar las condiciones de trabajo de los agricultores ellos cuentan con una estación experimental en Almería, en donde realizan sus propios ensayos con la única pretensión de divulgar conocimiento al sector. «Así evitamos que los agricultores cometiesen ese primer error».

Durante el encuentro también se ha hablado sobre producción intensiva y ecológica; dos formas diferentes de explotar un terreno que deben convivir a pesar de las etiquetas negativas que se asocian asiduamente a la primera por parte de algunos colectivos. En este punto, el responsable de Syngenta ha sido contundente: «Todo lo que sea biológico es un buen camino para la sociedad, pero hay que intensificar un poco más porque sino no tendríamos área suficiente cultivable».

Para poner datos a la afirmación anterior, Ramón Gil ha detallado que en un sistema de agricultura intensiva, un kilo de tomates puede necesitar 20 litros de agua, mientras que al aire libre la cifra se eleva hasta los 120. «Lo que debemos garantizar es poner en un supermercado o un restaurante alimentos seguros y eficientes», ha puntualizado el responsable de Uvesa.

Muy relacionado con los anterior, José María López, de Syngenta, se ha referido también al cambio climático y a la posible pérdida de entre el 20 y el 30 por ciento del terreno cultivable por falta de agua o excesivo calor. «Por eso hay que trabajar mucho y de forma sostenible». «La agricultura en nuestro país tiene un futuro brillante, aunque con mucho más esfuerzo», ha añadido.

En esta búsqueda de nuevos recursos, la utilización de la energía solar también jugará un papel clave. Alfonso Vargas, de Claner, ha considerado que el autoconsumo se va a extender cada vez más y que el verdadero reto actual es el de crear sistemas que puedan almacenar la energía y permitan su utilización por la noche. «Las energías renovables son el principal vector para luchar contra el cambio climático».

En este reto también está inmerso Cajamar. El coordinador de Desarrollo Sostenible, Ramón Gil, ha resumido que ellos cuentan con 18 instalaciones de energía fotovoltáica en sus centros de trabajo y tienen en marcha un proyecto para la creación de dos grandes instalaciones de 17 megas que les permitiría generar toda la electricidad que ellos generan en España.

Para concluir, el propio Gil ha planteado tres grandes retos para el futuro: aumentar la disponibilidad de agua, ya sea mediante la reutilización del agua depurada o aumentando la capacidad de desalación; el uso de las energías renovables y la formación del sector, ya que permitiría mejorar la gestión de las explotaciones.

Por su parte, Juan Fernández, de Uvesa, ha señalado que se están haciendo los deberes para combatir el cambio climático. «Esta asignatura la tendremos resuelta en el año 30 ó 40 con la ayuda de la ciencia y la investigación. Asumimos el reto de manera proactiva para dejar un mundo mejor a las generaciones futuras».