El sector del reciclaje sube a Málaga al carro de la economía verde

Aunque esos números quedan todavía lejos, lo cierto es que la gestión de residuos se ha convertido en un nicho de mercado que, en la provincia de Málaga, está representado por unas 120 empresas, incluyendo industrias de tratamiento y reciclaje. «Málaga vive un momento dulce. Hay empresas gestoras finales de casi todos los residuos: RCD (residuos de construcción y demolición), aparatos eléctricos y electrónicos, papel y cartón, plásticos, pilas, madera, aceite industrial, residuos peligrosos, metal... Diría que no falta ninguno», apunta PabloPérez, ingeniero industrial especialista en esta industria y gerente de Agreca (Asociación de Empresas Gestoras de Valorización de Residuos RCD de Andalucía).

El sector ha ido al alza a la par que ha crecido la concienciación de los ciudadanos y han aumentado las cifras de de reciclaje. Donde otros veían basura, ellos empezaron a ver una oportunidad para un negocio de presente pero, sobre todo, de futuro. «Se dieron cuenta de que los residuos eran materias primas.De hecho, habría que cambiarles el nombre», comenta Marina Bravo, diputada provincial de MedioAmbiente y licenciada en Ciencias Ambientales.

Bravo celebra que Málaga cuenta con numerosos ejemplos de plantas, ya sea gestoras o intermediarias, pero señala un hándicap: el elevado volumen que todavía acaba en los vertederos y no en los contenedores de reciclaje. «El sector ha crecido porque generamos muchos residuos. Ha sido mucha la inversión que se ha hecho para separar en origen, pero todavía hay que ir más allá. Por ejemplo, de las 300.000 toneladas de residuos que genera el Consorcio Provincial, solo se recicla el 17%», explica.

Málaga y España quedan lejos todavía de los países europeos más avanzados en esta materia. En Alemania u Holanda, solo el 5% de la basura no se aprovecha. La crisis económica también ha lastrado su desarrollo. La reciente bajada del precio de las materias primas ha puesto en jaque la industria mundial del reciclaje. En España han cerrado en dos años hasta seis empresas que trabajaban con plástico.

«La rentabilidad ha bajado bastante. En RCD, el hierro que se saca del hormigón armado ha llegado a estar a un tercio de su precio, y eso puede suponer hasta un 20% menos de facturación. En plásticos, muchas empresas de Andalucía que trabajaban por ejemplo con los plásticos de los invernaderos se han visto perjudicadas por la bajada del precio del petróleo. Eso claro que es un golpe duro», señala PabloPérez, que explica que en Málaga varias compañías han hecho frente a la crisis diversificando su actividad. Es el caso por ejemplo de Arecosur, que gestiona tanto residuos de la construcción como madera.

Sin embargo, la opinión generalizada es que el mercado para los próximos años está asegurado, fundamentalmente porque las estrategias de la UE y de los gobiernos van en la línea de un mejor aprovechamiento de los residuos. «Está claro que esto tiene futuro y que tiene que levantar. Todos apostamos por el reciclaje, porque es un modelo sostenible. Prácticamente todos los materiales tienen infinitas vidas si sabemos cómo aprovecharlos», afirma el gerente de Agreca.

Economía Circular

Es lo que la industria y los organismos oficiales llaman la Economía Circular, un paso más allá de la regla de las tres R (reducir, reusar, reciclar) para extender lo máximo posible el ciclo de vida de los productos y materias primas. Marina Bravo mira incluso más lejos y subraya que la tendencia debe ir hacia la «revalorización energética», para convertir en energía o gas lo único que no se puede reciclar ni compostar. Un informe de Ciedes recomienda la construcción de una planta de este tipo en Málaga.

Hasta entonces, la provincia ya puede presumir de contar con un buen número de empresas que han subido a Málaga al carro de la economía verde. Una de las más veteranas es Molivisa, con más de 25 años de experiencia.Hasta sus instalaciones de Alhaurín de la Torre, con capacidad para tratar hasta 50.000 toneladas de vidrio, llegan botellas, tarros y frascos de varias provincias de Andalucía.

Tras someterlas a una clasificación, trituración y tratamiento, el producto resultante, un polvo grueso denominado calcín, se vende a plantas especializadas que lo emplean para fabricar más vidrio y cristal, desde ventanas a parabrisas. Otra de las compañías malagueñas más antiguas del sector es Replasur, especializada en el reciclaje de plástico. Allí han fabricado tuberías de uso agrícola e industrial, así como accesorios de riego y jardinería, botellas y tapones. Cuentan con su propia marca, Plastisol, y ofrecen también servicio de recogida de desechos industriales, desde cartón a baterías o electrodomésticos.

Una de las últimas empresas en ver la luz ha sido Ecopiba, que se dedica al tratamiento de pilas. Se trata de un caso único en Andalucía, fruto del proyecto de dos jóvenes emprendedores malagueños, Ana Belén Muñoz y Francisco Cárdenas, que aspiran a reciclar «el cien por cien» del material de las pilas usadas. A diferencia de otros competidores, no solo extraen los metales, como el hierro o el zinc, sino también la llamada «masa negra», una mezcla de óxido de manganeso y grafito que pocos saben cómo tratar. Otra iniciativa innovadora es Londonwee, emplazada en Campanillas y que se centra en la valorización de todo tipo de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Es de las pocas empresas autorizadas para descontaminar los antiguos televisores, aspirando el óxido de fósforo y entregando el vidrio del tubo de rayos catódicos a otro gestor.

En la provincia operan además seis compañías agrupadas en Agreca, y que se encargan de reutilizar los escombros para convertirlos en áridos y material para la construcción. Son Arecosur, Roster, Recicla Andalucía, Reciclados Espejo, Reciclados Mijas y Ecoaxar. Remasur (especializada en aceites industriales y residuos peligrosos), Reciclajes Olmedo o Ahyresa (metales) forman también parte del mapa malagueño de reciclaje.