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ENTREVISTA
Emilio Álvarez: «Quería transmitir lo que sé de tenis a gente que no me toma en serio»Una mezcla de autobiografía y de manual deportivo. El extenista malagueño Emilio Álvarez, que fue 'top 100' y subcampeón del torneo de Kitzbuhel, ha publicado ... este viernes en Amazon Kindle, a sus 52 años, 'Know', un libro muy peculiar, inicialmente editado en inglés y en el que se abre en canal, revela numerosas anécdotas con figuras de este deporte como Becker, Edberg o Marcelo Ríos, la experiencia con un entrenador borracho o la recuperación milagrosa de una lesión muscular, al tiempo que trata de servir de estímulo a jóvenes que se inician en este deporte e incluso veteranos. Asentado en Múnich desde hace años, no pierde el vínculo con Málaga, hasta el punto de que los últimos días le tiene absorbido un proyecto arquitectónico de restauración de una vivienda de sus padres en Árchez, en la Axarquía.
–¿Cuándo y por qué surge esa idea de publicar un libro?
-El cuándo fue en 2018. Quería escribir un libro porque tengo muchas cosas que contar. Pero la razón principal era porque mi imagen para el público general o el que puede' googlear' se acuerda de mí cuando yo tenía 25 años y jugaba, y es un poco errónea. Todo el mundo piensa que soy el chaval cachondo al que le gusta la fiesta, tocar la guitarra y acostarse a las seis. Si mi camino no hubiera sido el tenis, probablemente hubiera estudiado Psicología. De hecho, he aprendido un poco por mi cuenta con libros y siempre me apasionó el tema de los perfiles de asesinos... Como le digo, la razón era un poco para redimirme a los ojos del mundo. Soy un tío que sabe mucho de tenis, que era básicamente lo que yo quería transmitirle a la gente que no me tomaba muy en serio.
-¿Por qué publica en inglés?
-Empecé a escribir el libro en español y cuando llevaba unas cuantas páginas me di cuenta de que no me gustaba el tono. Era como demasiado serio, y en inglés podía perfectamente darle ese tono que yo quería que tuviera el libro. Ahora me va a costar bastante pasárselo a la versión española, porque la voy a hacer yo también...
-¿Y a quién cree que puede ir dirigido el libro?
-Pensaba hacer un libro para adultos que juegan más o menos bien. Luego me di cuenta de que estaba escribiendo a mucha más gente. Y con el producto final creo que es un libro para cualquiera que le guste el tenis, de cualquier nivel, e incluso a quienes le gusten las biografías un poco diferentes. Hablo del tema mental y vale para cualquier atleta en realidad. Es un libro que no se lee fácil y hay que meterse en él, que era mi intención. A veces hablo en pasado y otras veces vuelvo al presente como si yo estuviera ahí.
-Uno de los platos fuertes del libro fue esa experiencia en el torneo de Kitzbuhel (Austria) en 1996, una cita en la que fue subcampeón en 2000 y en el que pudo haber sido el primer título de un malagueño en el circuito ATP.
-Sí. Ese es el capítulo más largo y es probablemente el que más tengo en el corazón. Te describe muy bien lo difícil que es ser un tenista. O sea, lo jodido que es cuando la gente piensa que estamos ahí de puta madre cobrando dinero, jugando... Me pasó en nueve días, de venir contentísimo a que se me fuera la olla, a volver a estar contento y luego a querer suicidarme. Y luego después de querer suicidarme, no suicidarme y hacer el mejor torneo que he hecho en mi vida.
-También habla en el libro de su mejor punto...
-Sí, un 'willy' (golpe por debajo de las piernas) contra Becker en Wimbledon. Salí a a la calle en Londres al día siguiente con mi hermana Amaya y todo el mundo me paraba y me reconocía.
-Como en Roland Garros cuando salió a la pista con una boina gigante (tiene una amplísima colección de sombreros)...
-Me hice muy famoso esa época, la verdad, por una entrevista doble en las centrales de la revista 'Tiempo' (posó desnudo tapándose sus partes con esa boina) y por el partido contra Bruguera.
-¿Tiene la impresión de que por todo su bagaje y conocimientos adquiridos del tenis podía haber seguido vinculado a él como entrenador de profesionales?
-Yo no he parado nunca de ser entrenador desde que dejé de jugar en 2006, pero estaba cansado de viajar. Tenía un niño pequeño y una de las razones principales fue el dejar de hacer y deshacer maletas y coger un avión. No he querido viajar con jugadores nunca más. Eso lo tenía muy claro.
-En el libro trata también aspectos de su vida personal, pero más de pasada, como su vida sentimental u otros episodios como la muerte de su hermano.
-El tema de los amores yo lo quería es que sonara poético y no entrar en eso, porque al fin y al cabo es un libro de tenis. No es ni siquiera mi biografía en sí, sino un libro de tenis. Quería decirle a la gente muchas de las cosas que sé. Y además contadas en una manera que se puede entender mejor que en otros libros en los que las cosas están un poco complicadas y en plan más técnico. Quería que los lectores se pongan a pensar y consigan su propia manera de poner en práctica lo que les estoy diciendo.
-'Know' es una exhibición de memoria al alcance de muy pocos. Hay partidos de su carrera o de su infancia que tiene grabados como un disco duro en cuanto al desarrollo de los puntos...
-Es un tatuaje más que una memoria. No sé si es normal. Lo mismo me pasa con los campos de golf. Me acuerdo de todos los hoyos en los que he jugado en mi vida, y habré jugado en más de quinientos. Luego, conozco a tres personas, y me dicen su nombre, y a los diez minutos me he olvidado. A cada uno se le graban cosas. A mí, los partidos importantes. No sólo el partido, sino el público, la pista, el olor, el color del día... Todo está grabado.
-¿Cómo se puede conseguir el libro?
-Desde el viernes está ya en Amazon. Vamos a ver el tirón que tiene. De todos modos tengo que hacer las versiones en español, en alemán, en francés y en italiano. Sí o sí, las voy a hacer las cuatro. Está en un tamaño grande, no es un libro pequeño.
-¿Qué es de Emilio Álvarez? ¿Qué vínculo mantiene a día de hoy con Málaga?
-Vivo en Múnich. Entreno en tenis, sobre todo a adultos, y ahora voy a empezar a hacer un poco de consultor de familias con niños que juegan. Tengo dos hijos, Álvaro, con 25 años, es ingeniero, y Malena va a cumplir 19. Mis padres están aquí en Málaga (su progenitor, entrado en los 80, sigue jugando al tenis). Mis colegas de mi infancia están todos en Málaga y no pierdo el contacto.
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