Alejandro Davidovich sigue sin orden mental y sin ganar

Cuando Davidovich quiso golpeó. Cuando el rinconero se lo creyó se vieron la mayoría de golpes geniales del partido, pero pareció una y otra vez empeñado en enterrar esos instantes en que asomaba la cabeza sobre su experimentado rival en la cancha. Fue la primera vez que se veía batirse al malagueño en Barcelona, exento de la primera ronda como undécimo favorito y con la baja de última hora de su rival de dieciseisavos, Tomas Machac, y las sensaciones siguen siendo muy preocupantes sobre la progresión del tenista, que ha perdido el hilo, con evidentes síntomas de involución en su juego.

El primer set sintetizó muy bien lo que es Davidovich a día de hoy. Una hora y cuarto de pelea para regalarla finalmente con una dejada fatalmente ejecutada a mitad de pista a la red. Atrás quedó un arranque con 'break', el 3-5 y bola de set que salvó y cuatro puntos de set a favor en la 'muerte súbita', dos de ellos con el saque.

Fue una montaña rusa de emociones, una vez más. Todo lo bueno y lo malolo ponía Davidovich en la pista, con algunos puntos geniales, de esos que justifican una entrada, pero también errores no forzados y otras decisiones tácticas que echaban por tierra lo ganado, además de una inconsistencia absoluta en los turnos al saque. No solventó un juego al servicio hasta la media hora de juego

El verse set abajo tras hora y cuarto de nado hasta la orilla no pareció desanimarle, en un segundo set mucho más rápido en su desarrollo. Aun así, dilapidó el 2-0 inicial de una forma increíble, con dos errores impropios de su nivel con 15-30 al saque para el 3-0, pero tuvo fe al final y un 'break' al cuarto intento para el 5-3 le permitió forzar la tercera manga.

Volvió a aparecer la inconsistencia de un tenista que no está a día de hoy para empresar ante rivales del 'top 50'. Pronto se vio con 0-3 y fue clave el juego más largo del partido, con 1-3, cuando malogró cuatro 'break points', alguno con auténtica mala fortuna. Tras una caída y romper una zapatilla pareció acusar molestias musculares y se dejó ir hasta el 1-6 final. Lajovic, de los pocos que quedan con un revés a una mano, le ha ganado en los tres duelos del cara a cara, y sólo necesitó paciencia.

Son ya ocho derrotas en los últimos once partidos, lógicamente sin contar la victoria sin jugar ante Machac. Entre los triunfos hubo también uno por retirada de su rival, Mensik. Es muy pobre bagaje justo en el momento más importante de su temporada. Se avecinan retos muy exigentes en los Masters 1.000 de Roma y Madrid, Roland Garros, Wimbledon y Juegos Olímpicos, pero Davidovich sólo puede recuperar la confianza con victorias.