Alejandro Davidovich funde al número seis mundial en Montecarlo

Porque Davidovich dudó. Lo hizo incluso con un set y un ‘break’ a favor. «Si te respetas a ti mismo, vas a ganar, pero no puedes hablar en cada punto, Álex. No puedes quejarte en cada situación, tienes que seguir, porque él también duda y falla», le espetó su entrenador Félix Mantilla, que abandonó el ‘box’, presuntamente por discrepancias, al final del segundo set. «No he sabido controlar mis emociones. Estaba jugando un buen tenis, pero mi mente me susurraba mucha mierda. En algunos momentos no he sido capaz de respetarme a mí mismo, ni tampoco a mi equipo. Lamento mucho cómo he hecho las cosas hoy, así que ahora solamente puedo aceptarlo e intentar hacerlo mucho mejor mañana», se propuso el tenista tras la victoria.

El caso es que Davidovich, que ya es 37º mundial (y 'top ten' en la ATP Race) y podría subir al 30º este viernes si gana, sigue adelante en un torneo muy especial para él, donde ya fue finalista en 2022, tierra al nivel del mar (como donde creció, en la Costa del Sol), y en un club a escasos diez minutos de su nuevo hogar. En esta instalación incluso, se ejercitó cinco semanas de pretemporada, pero en una de sus pistas rápidas, para preparar la gira australiana.

De menos a más en su tenis en lo que va de semana, cada vez más rodado, Davidovich rindió a un gran nivel, pero fue algo complicado destripar los vaivenes de un choque por momentos muy agónico y emocional, que llegó incluso a recordar lances de la final recientemente perdida en Delray Beach.

Davidovich comenzó con un 'break' arriba, porque el saque del zurdo británico fue un desastre casi todo el partido, pero el rinconero cada vez que gestionaba ventajas cedía ante sus inseguridades. Del 2-0 al 2-2, pero en el tramo final del primer set, cuando era evidente que tenía más tenis y deslizaba mejor en la pista que su rival, llegó un juego terrible al saque de Draper para el 3-5 y minutos de enajenación del pupilo de Alex Ward, que le costaron ir un set abajo, aunque Davidovich sufrió de lo lindo para cerrarlo.

Cuesta abajo y sin frenos, Draper se vio 0-2 en la segunda manga y 1-3, pero ya era sintomático que entonces su banquillo, con Mantilla aún, tratara de reforzar la confianza de Davidovich, porque parecía ansioso por cerrar pronto el partido al verse superior y con gestos de contrariedad. Y es que con ese 1-3 se le fueron dos bolas de 'break'. «¡Tira, tira! ¿Por qué buscas la dejada? Haz lo mismo que estás haciendo hasta ahora, tírale por la derecha», le espetaba Mantilla, que incidía en que estuviera tranquilo, porque iba dominando.

Pero Davidovich no aprovechó el juego, se pasó al 3-2 y se intuía que el choque se iba a complicar, como así fue. Draper, un 'top ten', se apercibió de la inseguridad del rival y forzó una 'muerte súbita' en la que el malagueño tuvo una primera bola de partido al resto, con 6-5.

Perder el segundo set podía ser el principio de la derrota, pero a Draper se le notaba ya muy agotado, y Davidovich se cobró dos nuevas ventajas en el tercer set, que cedió poco después, con sendos 'contrabreak'. Pero en el 5-4 y al resto había una buena oportunidad para presionar por la victoria, como así fue, después de dos primeros puntos increíblemente jugados que dieron el 0-30. Una doble falta, la décima de un Draper que sólo metió el 48% de primeros, fue la puntilla al partido.

Ahora Davidovich, que lloró en una mezcla de emociones en el banquillo a la conclusión del partido, como mostró la transmisión en directo, espera en cuartos de final este viernes a Alexei Popyrin (27º). El australiano, afincado en Marbella en el pasado en periodos largos de pretemporada y que se ha entrenado con frecuencia junto al malagueño, superó a todo un especialista como Casper Ruud (7º) en tres sets y en otro duelo de mucho desgaste que acabó más tarde. Especialista en el saque, nunca se ha enfrentado en el circuito sénior a Fokina,aunque son de la misma generación.