Davidovich exprime sin éxito al rey de Eastbourne

Sin embargo, había claves para soñar. Fritz, con un 'bye' en primera ronda, había necesitado tres sets en sus duelos ante Fonseca y Giron para plantarse en semifinales, y con parciales estirados en el desenlace. Y, sobre todo, Davidovich tenía un 3-1 favorable en el cara a cara ante la quinta raqueta mundial. Aún más: lo superó este año en dos meritorios 'tie breaks' en Delray Beach, otro de los torneos fetiche del estadounidense, que había ganado allí en los dos años previos.

Por encima de todos estos argumentos, Davidovich, que llegó a Eastbourne casi en pañales, con pocos entrenamientos en hierba (fue baja en Queen's y ha vivido semanas de distracción debido a su boda) , ha ido creciendo por momentos. Su tenis se adapta a cualquier superficie y también al verde. Allí fue campeón júnior de Wimbledon, juega muy bien los golpes cortados, flexiona bien antes de pegar y el fluir rápido y a pocos golpes en ella casa encaja como una horma a su estilo.

El partido fue ultrarrápido. Los dos primeros sets, de menos de media hora, fueron calcados. Un solo punto de 'break' marcó la suerte de ambos. Para empezar, a favor de Fritz. El primer turno al servicio suele ser el más complicado, más aún en hierba. El norteamericano rompió en blanco para el 0-2 tras dos errores de derecha, otro de revés y una doble falta. Intentó recuperarse Davidovich, pero resultaba imposible ante un 67% de primeros saques dentro y un 78% de puntos ganados con ellos de su rival.

Pero en el segundo set el giro fue absoluto. Ahora el 'break' en blanco fue del rinconero, cuya confianza se disparó con excelentes puntos, mientras Fritz empezaba a desesperarse. Sólo cinco puntos cedió Davidovich con su servicio y llegó pletórico al inicio del tercero, con una opción de quiebre en el primer juego, que solventó su oponente con dos excelentes saques.

Ahí pareció girar definitivamente el choque. Fritz puso una marcha más, en un duelo muy mental. Se llevó el juego y, en un visto y no visto, colocó el 0-2 mientras Davidovich empezaba a quejarse de las fuertes rachas de viento, las mismas que en la víspera ante Mensik y que obligaron a un plus de concentración de ambos tenistas.

Lo cierto es que no se rindió Davidovich, que tuvo otra opción de meterse en el partido con 1-3 y otro 'break point', en un 'rally' excelentemente jugado y dominado por Fritz. Fue el 'game over'. El rey de Eastbourne, cada vez más ágil con sus 1,96 metros, logró otro quiebre y es firme candidato este sábado ante su compatriota Jenson Brooksby para su cuarta corona.